Muchos la conocen como la 'Ribera de la diversión' es la ribera adriática de la región Emilia Romaña que se merece ampliamente este título gracias a su amplia oferta de entretenimiento, a las largas y cuidadas playas de arena, pobladas cada día por bañistas de las más dispares edades y procedencias, y a las noches de la localidad de las discotecas.

Una costa larguísima que desde los Lidos de Comacchio llega hasta Cattolica pasando por las localidades de Cervia, Cesenatico, Igea Marina, Bellaria o las famosas Rímini, Riccione y Milano Marittima.

Lugares que, desde hace más de 150 años, la convierten en una zona de vacaciones que conjuga a la perfección atractivos naturales y una industria turística capaz de sorprender e innovar.

Uno de los puntos fuertes del litoral adriático es el sentido de la hospitalidad y de la acogida de sus habitantes; la cocina tradicional romañola con sus productos típicos y la excelente relación calidad-precio dona un valor adicional a las vacaciones.

Más de cien kilómetros de establecimientos vacacionales equipados, excelentes infraestructuras, tiendas y restaurantes a lo largo del paseo marítimo y una intensa vida nocturna hacen de la ribera adriática uno de los destinos predilectos de todos aquellos que quieren disfrutar de unas vacaciones activas y llenas de diversiones.

Efectivamente la diversión es la gran protagonista de esta zona en la que se puede escoger entre una veintena de parque temáticos comenzando por el Parque de Mirabilandia, etapa obligatoria para las familias: aquí juegos y ambientes de fábula se alternan con piscinas y atracciones acuáticas.
Los espectaculares delfines que habitan el Delfinario de Rímini sorprenden a los espectadores con sus acrobacias, además grandes y pequeños pueden 'visitar' cientos de ciudades italianas en un solo día dirigiéndose a Viserba di Rímini, donde se encuentra 'Italia en miniatura', para admirar los más importantes monumentos de Italia reproducidos a escala. Y si el Aquafan de Riccione asombra por sus actividades de animación, espectáculos, música y mucho más, el acuario de Cattolica deja con la boca abierta a quien lo visita con sus miles de especies marinas.

La ribera adriática es también un destino perfecto para los deportistas que aquí se pueden dedicar a su actividad preferida, prácticamente sea la que sea: desde el ciclismo hasta la vela, pasando por el golf, el senderismo, la canoa o el excursionismo. Son muchos los hoteles temáticos equipados, por ejemplo, para alojar a los amantes del ciclismo, o del golf, así como el turismo de congresos, un segmento de la oferta local que está adquiriendo cada vez más importancia y que permite combinar el trabajo con el placer. Además Rímini y los centros más importantes a menudo son los puntos elegidos por las sociedades deportivas para las concentraciones, los descansos, los encuentros y los campeonatos.

Sol, mar, deporte, buena cocina, mucha diversión pero también mucha cultura. Desde el litoral se puede llegar con facilidad a importantes ciudades artísticas con Rávena, patrimonio Unesco desde 1996 por sus espléndidos mosaicos bizantinos. Si nos desplazamos hacia el interior se pueden admirar joyas como las fortalezas de los Malatesta de Mondaino, de Montebello, de San Juan en Marignano y de Saludecio.

No hay que dejar de hacer un recorrido a través de los sabores exportados a todo el mundo, como el parmigiano reggiano, el queso de fossa, las trufas, los jamones y los embutidos, estos últimos van degustados con la famosa piadina, un pan ázimo símbolo de la cocina de la zona apreciado por los paladares más exigentes.

La ribera en barcaEl litoral adriático es también un lugar ideal donde poder hacer unas vacaciones en barca. Centenares son los lugares en los que es posible amarrar: desde los frecuentados puertos (cuidadosamente equipados con todo tipo de servicio) a las calitas más aisladas, sin olvidar los caudales de agua navegables en el territorio de Ferrara.La ribera es una meta privilegiada también para los amantes de la vela, que en esta zona encontrarán escuelas de vela y la oportunidad de participar en las numerosas regatas que se organizan.