En las playas michoacanas se pueden hacer campamentos y gozar del impresionante oleaje del Pacífico Mexicano.

También son excelentes lugares para disfrutar de las actividades náuticas más variadas. Ya sea que se guste practicar el jet sky, la vela, el buceo, el esnórquel o el ecoturismo, las playas michoacanas son sitios propicios para esta clase de diversiones. Vale la pena acudir a playas con tanto atractivo como playa La Soledad y realizar recorridos en cuatrimoto ATM, visitar el faro y gozar de panorámicas que de tan atractivas son capaces de cautivar aún a los viajeros más experimentados.

Pero playa La Soledad y otros sitios fascinantes de las costas michoacanas están definidos por deliciosas tradiciones gastronómicas con platillos preparados con almeja, jaiba, ostiones, langosta, pescado y camarones. Acaso el mejor punto de inicio para recorrer las playas michoacanas sea la comunidad de Lázaro Cárdenas, desde esta pintoresca población la playa más cercana lleva por nombre Playa Azul, a poco más de 15 kilómetros.

Cuando es temporada baja, playas como La Soledad y Azul se ven colmadas de una gran calma. Es entonces que se presentan como santuarios incomparables para olvidarse de todos los problemas y dedicarse al romanticismo de los viajes en pareja o a la relajación y el disfrute de la compañía propia, para quienes gustan viajar solos de vez en cuando.

Cabe mencionar que, en temporada alta, playa Azul y La Soledad se llenan de bailes y cantos alrededor de las fogatas, que los jóvenes viajeros gustan de realizar. Se trata de viajeros mochileros aficionados al ecoturismo y el turismo alternativo. Por lo demás, La Soledad es una playa de pequeño tamaño protegida por impresionantes acantilados, que también se distingue por ser la sede de eventos especiales tan importantes como el Festival Expoarena. Este último incluye exposiciones artísticas, muestras artesanales, exhibiciones de figuras de arena y bailes tradicionales.

La oferta culinaria disponible en los rústicos restaurantes de la zona incluye una gran variedad de platillos preparados en chimeneas de barro y son servidos con tortillas que se preparan en comal y se acompañan con salsas de molcajete. Todos estos atractivos hacen que, quienes visitan playa La Soledad y otras zonas costeras cercanas, regresen en repetidas ocasiones, cautivados por completo por el hechizo particular de Michoacán.

Otra recomendación de playa michoacana que no se pueden perder es la de Pichilinguillo. Tras la fiesta y las grandes descargas de adrenalina, este sitio nos ofrece un lugar para reponer energías y disfrutar con sus hermosos paisajes. Localizada a 40 kilómetros de la comunidad de Nexpa, esta playa está considerada por muchos viajeros como la alberca natural de mayor belleza en las costas michoacanas. Tiene un oleaje calmo y aguas color esmeralda con las características adecuadas para disfrutar de emocionantes jornadas de buceo.

Así como sucede en el caso de playa La Soledad, Pichilinguillo se presta mucho para el descanso y la relajación. Además, por su forma de caleta es perfecta para que los niños se diviertan en sus aguas apacibles. Otro de los deportes náuticos excelentes para practicar por estos rumbos es la pesca deportiva, debido a la generosa variedad de especies de peces y demás fauna marina que allí prolifera. Pichilinguillo ofrece a los visitantes zonas para hacer campamentos y cómodos bungalows.

Por último, además de recomendarles que visiten playa La Soledad, les aconsejamos pasar unas horas de gran esparcimiento en Maruata. Es una playa especialmente famosa por sus aguas tranquilas y la formación rocosa conocida como “El dedo de Dios”, que emerge imponente del mar.

Otras de las diversiones accesibles para los turistas en playa Maruata son los paseos a caballo y la contemplación científica de las plantas y animales que allí tienen su hábitat natural.