Las 12 peticiones más excéntricas de clientes en un hotel
En los últimos tres años HotelNewsNow ha realizado entrevistas a los directores de los hoteles donde se alojaban sus redactores en viajes de trabajo, en las que siempre se les preguntaba por la petición de cliente más loca que habían recibido. Éstas son las {{12 más excéntricas.
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12.- No todas las peticiones de los clientes de una boda son tiernas, como pudo comprobar Bill Mehalco, director del Hotel Indigo New York City Chelsea. Mehalco recuerda una ocasión en la que el fotógrafo de una boda colgó el vestido de novia de uno de los aspersores contra incendios del techo, que se puso en funcionamiento, por lo que el padre de la novia se disculpó en numerosas ocasiones antes de ofrecerse a ayudar en la limpieza de la manera que fuera. ¡Ja! ¡Es broma! No fue realmente lo que pasó, ya que en lugar de eso el padre demandó al hotel para que le reembolsaran el importe del vestido echado a perder.
11.- Brian R. Shanle, director en el Kalahari Resort & Convention Center en Sandusky, Ohio, contó que los clientes de una boda que estuvieron en su anterior hotel, el Nickelodeon Resort en Orlando, Florida, tenían una petición diferente en el día más feliz de sus vidas. Tomando como referencia el show de Nickelodeon ‘No puedes hacer eso en televisión’, algunos de los invitados querían incorporar a la boda el lodo utilizado en el espectáculo. “Realmente nunca lo entendí”, afirmó Shanle, quien aparentemente no ha tenido ocho años.
10.- Continuando con las curiosidades de bodas, los anillos también están presentes en este tipo de anécdotas, según los directores de hotel. En dos de estas entrevistas los novios han pedido al personal del hotel no sólo mostrar el anillo a sus futuras esposas, sino también pedirles que se lo devolvieran. A Kate Martin, directora del Hotel Chandler en Nueva York y Anthony Worrall, del Crowne Plaza London-The City, les ocurrió lo mismo. “Entramos en pánico. ¿Qué haríamos si decía que no?”, confesó Worrall. Peor lo tuvo el futuro ex marido cuando su ex mujer le pidiera explicaciones.
9.- Muchas veces a los clientes les molestan las renovaciones en el hotel, aunque otras veces no sólo están de acuerdo con ellas sino que encimas las piden. Jean-Jacques Reibel, director del InterContinental Hong Kong, contó que uno de sus clientes observó la suite presidencial de 2.400 metros cuadrados, que incluía cinco habitaciones, un jacuzzi y un baño turco, y aparentemente pensó: “¿Puedes hacerla más grande?”. El huésped quería que se construyera una segunda suite e incluso llevó a un arquitecto a discutir los planos, quien finalmente no lo consiguió. La lección para Reibel fue, según sus palabras, que “podemos hacer cualquier cosa que quieran los clientes, siempre que no rompan la puerta y que respeten al resto de clientela”.
8.- Cualquiera puede pensar que la cama es la parte más esencial de la estancia en un hotel, pero no para uno de los clientes con el que tuvo que lidiar Felix Busch, director del Hotel Sydney. Este huésped reservó la suite presidencial y la mitad del espacio adyacente por una estancia prolongada y preguntó si la cama podía ser retirada y poner una sábana en el suelo entre las mesillas de noche.
7.- Sin embargo hay clientes que todavía prefieren dormir sobre el colchón. Bob Megazzini, director del Westin Cleveland Downtown, relató que durante el tiempo que estuvo en el Marriott Downtown en el Key Center de Cleveland un cliente no le gustaba cómo se sentía en su cama. Era un problema, teniendo en cuenta que iba a estar alojado en el hotel unos 18 meses. “Literalmente salimos del hotel e hicimos que escogiera su cama, se la compramos y la pusimos en la habitación,que se convirtió así en su habitación”.
6.- Por supuesto, las celebrities desempeñan un papel estelar en las peticiones extrañas de los clientes; y si añades a Michael Jackson en la historia, está claro que la anécdota será rara. Es lo que le ocurrió a Ronald K. Maidens, director del Best Western Premier Petion-Ville en Haití. Jackson le pidió uniformes de botones y del portero, y que le cubriera con papel oscuro las ventanas de su suite.
5.- Dan Piotrowski, director del Omni Nashville en Tennessee, tuvo una experiencia con un famoso cuando era director de servicios y conserjería en el Hyatt Regency Maui Resort & Spa. Le pidieron que acompañara a Julio Iglesias en un recorrido para buscar casa. Julio cumplía con todos los estereotipos que hay de él, vestido con zapatillas y pantalones blancos. Se pasaron todo el día visitando inmobiliarias. En una de las casas preguntó el precio y cuando le dijeron la cantidad, contestó: “Por ese precio puedo comprar 4.000 hectáreas en el sur de Francia. Vámonos”.
4.- Karl Bulot, director general del Hard Rock Hotel & Casino Punta Cana, comentó que un jugador con mala suerte le pidió una suite para él y sus amigos en la Super Bowl en Nueva Orleans. En su lugar, el hotel le consiguió 20 entradas.
3.- A Patrick O’Connell, director del DoubleTree by Hilton Tower Bridge en Londres, le pidieron que encontrara un campo de golf para una salida en la que se pagarían 1.000 libras (1.405 euros) por cada hoyo. Quince minutos después de la hora prevista le pidieron que les llevara una botella de whisky Jameson. No está claro si la apuesta económica se había transformado en otra cosa o si los golfistas habían decidido que brindar con Jameson era más divertido que el golf. Probablemente lo segundo.
2.- Los organizadores de reuniones aparentemente no están exentos de protagonizar una de estas locuras. Uno de ellos, según Terry Lewis, director del Sheraton New York Times Square, quería un pescado en particular para una barra de sushi, por lo que fue trasladado en avión, se congeló en un cubo de hielo y se colgó del techo en una suerte de versión del reino animal de Saw.
1.- Y finalmente, en ocasiones la excentricidad no se hace patente hasta que se cumple con la petición del cliente. David Norman, director del Embassy Suites Nashville-Airport, expuso que una huésped le pidió una habitación en el piso superior frente al aeropuerto para poder ver los aviones, pero al día siguiente se quejó del ruido que hacían. “La parte más disparatada puede ocurrir cuando les das lo que piden”, dijo.
La información de referencia se encuentra disponible en HotelNewsNow.
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12.- No todas las peticiones de los clientes de una boda son tiernas, como pudo comprobar Bill Mehalco, director del Hotel Indigo New York City Chelsea. Mehalco recuerda una ocasión en la que el fotógrafo de una boda colgó el vestido de novia de uno de los aspersores contra incendios del techo, que se puso en funcionamiento, por lo que el padre de la novia se disculpó en numerosas ocasiones antes de ofrecerse a ayudar en la limpieza de la manera que fuera. ¡Ja! ¡Es broma! No fue realmente lo que pasó, ya que en lugar de eso el padre demandó al hotel para que le reembolsaran el importe del vestido echado a perder.
11.- Brian R. Shanle, director en el Kalahari Resort & Convention Center en Sandusky, Ohio, contó que los clientes de una boda que estuvieron en su anterior hotel, el Nickelodeon Resort en Orlando, Florida, tenían una petición diferente en el día más feliz de sus vidas. Tomando como referencia el show de Nickelodeon ‘No puedes hacer eso en televisión’, algunos de los invitados querían incorporar a la boda el lodo utilizado en el espectáculo. “Realmente nunca lo entendí”, afirmó Shanle, quien aparentemente no ha tenido ocho años.
10.- Continuando con las curiosidades de bodas, los anillos también están presentes en este tipo de anécdotas, según los directores de hotel. En dos de estas entrevistas los novios han pedido al personal del hotel no sólo mostrar el anillo a sus futuras esposas, sino también pedirles que se lo devolvieran. A Kate Martin, directora del Hotel Chandler en Nueva York y Anthony Worrall, del Crowne Plaza London-The City, les ocurrió lo mismo. “Entramos en pánico. ¿Qué haríamos si decía que no?”, confesó Worrall. Peor lo tuvo el futuro ex marido cuando su ex mujer le pidiera explicaciones.
9.- Muchas veces a los clientes les molestan las renovaciones en el hotel, aunque otras veces no sólo están de acuerdo con ellas sino que encimas las piden. Jean-Jacques Reibel, director del InterContinental Hong Kong, contó que uno de sus clientes observó la suite presidencial de 2.400 metros cuadrados, que incluía cinco habitaciones, un jacuzzi y un baño turco, y aparentemente pensó: “¿Puedes hacerla más grande?”. El huésped quería que se construyera una segunda suite e incluso llevó a un arquitecto a discutir los planos, quien finalmente no lo consiguió. La lección para Reibel fue, según sus palabras, que “podemos hacer cualquier cosa que quieran los clientes, siempre que no rompan la puerta y que respeten al resto de clientela”.
8.- Cualquiera puede pensar que la cama es la parte más esencial de la estancia en un hotel, pero no para uno de los clientes con el que tuvo que lidiar Felix Busch, director del Hotel Sydney. Este huésped reservó la suite presidencial y la mitad del espacio adyacente por una estancia prolongada y preguntó si la cama podía ser retirada y poner una sábana en el suelo entre las mesillas de noche.
7.- Sin embargo hay clientes que todavía prefieren dormir sobre el colchón. Bob Megazzini, director del Westin Cleveland Downtown, relató que durante el tiempo que estuvo en el Marriott Downtown en el Key Center de Cleveland un cliente no le gustaba cómo se sentía en su cama. Era un problema, teniendo en cuenta que iba a estar alojado en el hotel unos 18 meses. “Literalmente salimos del hotel e hicimos que escogiera su cama, se la compramos y la pusimos en la habitación,que se convirtió así en su habitación”.
6.- Por supuesto, las celebrities desempeñan un papel estelar en las peticiones extrañas de los clientes; y si añades a Michael Jackson en la historia, está claro que la anécdota será rara. Es lo que le ocurrió a Ronald K. Maidens, director del Best Western Premier Petion-Ville en Haití. Jackson le pidió uniformes de botones y del portero, y que le cubriera con papel oscuro las ventanas de su suite.
5.- Dan Piotrowski, director del Omni Nashville en Tennessee, tuvo una experiencia con un famoso cuando era director de servicios y conserjería en el Hyatt Regency Maui Resort & Spa. Le pidieron que acompañara a Julio Iglesias en un recorrido para buscar casa. Julio cumplía con todos los estereotipos que hay de él, vestido con zapatillas y pantalones blancos. Se pasaron todo el día visitando inmobiliarias. En una de las casas preguntó el precio y cuando le dijeron la cantidad, contestó: “Por ese precio puedo comprar 4.000 hectáreas en el sur de Francia. Vámonos”.
4.- Karl Bulot, director general del Hard Rock Hotel & Casino Punta Cana, comentó que un jugador con mala suerte le pidió una suite para él y sus amigos en la Super Bowl en Nueva Orleans. En su lugar, el hotel le consiguió 20 entradas.
3.- A Patrick O’Connell, director del DoubleTree by Hilton Tower Bridge en Londres, le pidieron que encontrara un campo de golf para una salida en la que se pagarían 1.000 libras (1.405 euros) por cada hoyo. Quince minutos después de la hora prevista le pidieron que les llevara una botella de whisky Jameson. No está claro si la apuesta económica se había transformado en otra cosa o si los golfistas habían decidido que brindar con Jameson era más divertido que el golf. Probablemente lo segundo.
2.- Los organizadores de reuniones aparentemente no están exentos de protagonizar una de estas locuras. Uno de ellos, según Terry Lewis, director del Sheraton New York Times Square, quería un pescado en particular para una barra de sushi, por lo que fue trasladado en avión, se congeló en un cubo de hielo y se colgó del techo en una suerte de versión del reino animal de Saw.
1.- Y finalmente, en ocasiones la excentricidad no se hace patente hasta que se cumple con la petición del cliente. David Norman, director del Embassy Suites Nashville-Airport, expuso que una huésped le pidió una habitación en el piso superior frente al aeropuerto para poder ver los aviones, pero al día siguiente se quejó del ruido que hacían. “La parte más disparatada puede ocurrir cuando les das lo que piden”, dijo.
La información de referencia se encuentra disponible en HotelNewsNow.