Infinitos arenales coralinos bañados por aguas translúcidas e iluminados durante todo el año por un sol radiante representan la viva imagen del paraíso caribeño, una región plagada de playas idílicas que proporciona a partes iguales restaurantes de lujo, selectos hoteles, fiestas interminables, ritmos tropicales y actividades deportivas para los espíritus más aventureros.

La belleza y la calidad de sus inmensas playas coralinas, de arenas finas y blancas, aguas translúcidas y sol garantizado todo el año convierten al Caribe en ese rincón idílico que evoca felicidad. Y, además, a eso se añade un espíritu, un sentimiento vitalista de la fiesta que permiten al viajero elegir entre desaparecer en lo infinito de su bendición geográfica o zambullirse en la carnalidad de la música, las visitas y excursiones, el shopping salvaje y la vida social más desenfadada. Algunos de los mejores arenales del Caribe encabezan esta segunda categoría con cualidades indudables que hacen de su nombre una referencia considerada sinónimo de la diversión tropical. No sólo han acondicionado sus costas naturales para mimar al turista con todas las comodidades posibles, hoteles y servicios, sino que practican la fiesta total. Una marcha que oscila entre la locuacidad exuberante de sus anfitriones, la alegría desbordada de sus locales nocturnos, las tiendas de lujo, las opciones deportivas, las visitas culturales o la simple autocomplacencia. Estos son algunos de esos rincones donde el sol siempre sonríe al visitante, invitándole a disfrutar de un momento que sólo se vive una vez:


Playa Guardalavaca, Cuba

De las 300 playas naturales que llenan de bondades naturales el litoral de la mayor isla del Caribe, esta hermosa hondonada en forma de perfecta concha enclavada en la provincia de Holguín se lleva la palma en cuanto a animación e infraestructuras. Puede que no tenga los campos de golf de Varadero, o los fondos coralinos de los cercanos cayos, o los pecios de Santa Lucía, pero, a cambio, es una de las contaditas playas de la isla donde se puede tomar el sol a la sombra. Y se agradece el amparo de sus abundantes arbustos de hoja caleta a media mañana, mecidos por la brisa marina, a lo largo de sus 700 metros de arena dorada.


Playa del Carmen, México

En la costa caribeña de la Península del Yucatán, una franja costera que se extiende como corredor turístico desde Cancún hasta Tulum, se despliegan 130 kilómetros de costa con arenales paradisíacos y ruinas mayas rodeados de pura selva que esconden el tesoro de las pirámides de Chichén Itzá. Al principio, Playa del Carmen, situada a una hora al sur de Cancún, permaneció ajena al potente desarrollo turístico de la zona, manteniendo intacto su aspecto de pueblo caribeño pesquero, tranquilo y marinero.

Boca Chica, República Dominicana

La combinación de aguas transparentes, la hospitalidad genuina y buenos precios han convertido la antigua isla de la Española en un destino en alza para disfrutar al máximo. Con más de 300 kilómetros de playas donde elegir, como la exclusiva La Romana o las famosas de Punta Cana y Playa Bávaro, Boca Chica, una laguna litorial rodeada de corales y arena blanca descubierta a finales del siglo pasado por el italiano don Juan Vicini, ofrece una localización ideal para moverse por la isla.


Luquillo Beach, Puerto Rico

Conocida como la Capital del Sol y el corazón de la Riviera de Puerto Rico, este arenal con forma de media luna recibe su nombre del cacique que originariamente reinaba en la zona. Además de su peculiar historia, el acceso a Luquillo, la más popular de las playas cercanas a la capital de la isla, arropado por cocoteros y palmeras, resulta espectacular con su fondo de selva tropical. Sus finas arenas resultan irresistibles para los capitalinos por su cercanía y su oferta de servicios, y también por sus aguas tranquilas, protegidas por una barrera de coral, lo que las hace seguras para el baño. Se pueden alquilar barcas y equipo para buceo; también cuenta con infraestructuras de windsurfing, campings y zona de baño para discapacitados.

Playa El Agua, Venezuela

La mayor de las 72 islas con que cuenta el país venezolano fue bautizada hace cinco siglos por Cristóbal Colón con un término que en griego significa “perlas”, a causa de la inmensa cantidad de ellas que se encontraban en sus aguas. Hoy las principales perlas de Margarita son sus 50 playas privilegiadas, ubicadas a unos 25 kilómetros de la costa continental. En pocos años Margarita ha ido creciendo en fama e infraestructuras, mientras su población de pescadores ha cambiado sus ingresos del mar por los del turismo. Playa El Agua, contigua a los lujosos centros comerciales con tiendas libres de impuestos, casinos y restaurantes exclusivos de Porlamar, presenta un contrastado combinado de cualidades.