Lloret de Mar
En el sector más meridional de la Costa Brava se extiende la localidad de Lloret de Mar.
De profunda tradición marinera, hoy en día es uno de los mayores centros turísticos de la fachada marítima de Girona. Playas y calas de aguas transparentes se combinan con un interesante casco histórico y una abundante oferta de alojamiento y ocio. Senderismo, golf y deportes náuticos son sólo alguna de las posibilidades que brindan las excelentes temperaturas del clima mediterráneo. Terrazas, bares de copas y restaurantes harán disfrutar de la noche catalana, posibilitando la degustación de productos de la región.La comarca de la Selva, en la que se enclava Lloret de Mar, posee un accidentado perfil costero con acantilados de más de 100 metros de altura. Estas rocas graníticas se hunden en el Mediterráneo configurando calas con increíbles fondos marinos, aptas para el buceo, y amplios arenales. El paisaje se ve aquí protagonizado por densos pinares que llegan hasta la línea de la playa y que cobijan en su espesura abundantes urbanizaciones y casas de veraneo.
Riqueza cultural
La calidad de las aguas y las agradables temperaturas de las que disfruta todo el año esta región catalana atrae cada año a numerosos visitantes. La variedad de alojamiento es otro de sus atractivos, así como la gran cantidad de propuestas de ocio. Una de ellas es recorrer su casco histórico, donde espera el trazado de una antigua villa marinera.
El paseo del Mar congrega a viviendas decimonónicas y modernistas, mientras que en otros puntos esperan la iglesia de Sant Romà, la ermita de Santa Cristina y el monumento a la Mujer Marinera de Ernest Maragall. Sant Romá data de 1522 y ostenta en su estructura elementos románicos y góticos. Por su parte, Santa Cristina se alza sobre la playa mostrando el carácter de las construcciones de transición entre el barroco y el neoclásico.
El modernismo posee en el municipio de Lloret de Mar otros bellos ejemplos como las obras de Puig i Cadafalch. La ermita de la Verge de Gràcia, el crucero que conduce a Sant Pere del Bosc y el panteón de la familia Costa Macià en el cementerio de Lloret nos acercan a las primeras muestras modernistas de este arquitecto catalán.
A la salida de la población, donde comienzan urbanizaciones turísticas a la orilla de la playa como Cala Morisca, Platja de Fenals o Santa Cristina, se alza una torre sepulcral romana que data de la época imperial.
Cocina regional
La situación de Lloret de Mar entre el mar y la montaña hace que su gastronomía combine materias primas de ámbitos tan distintos. Pescados y mariscos suman su sabor a productos de la huerta y caza. Habas, guisantes, ensalada de bacalao (exqueisada) o asado de berenjenas, cebollas y pimientos (escalivada) son algunas sugerencias como entradas. El pollo o conejo con marisco, lubinas, doradas o gambas componen interesantes segundos. Los embutidos con pà amb tomàquet (pan y tomate) completarán cualquier menú. Entre los postres cabe destacar frutas de temporada como las fresas, melocotones, naranjas o sandías. Y para realzar el sabor de tan deliciosas viandas, nada mejor que los vinos de la Denominación de Origen Ampurdán-Costa Brava.
Esta exquisita cocina regional se puede degustar tanto en Lloret de Mar como en distintas poblaciones del entorno, como Tossa de Mar. Aquí podemos observar el armonioso conjunto del recinto amurallado al borde del mar y la Vila Nova, el área de construcción más moderna. Blanes, por su parte, es otro importante centro turístico costero que suma a su oferta playera un precioso casco histórico. El castillo de Sant Joan, el palacio gótico de los Condes de Cabrera o la fuente del Carrer Ample son algunos de sus monumentos principales.
También en el Mediterráneo se encuentra San Feliu de Guíxols. Excelentes playas, puerto deportivo y un casco urbano repleto de entretenimientos conviven con la ermita de Sant Grau, la iglesia de Porta Ferrata y miradores naturales como Cap de Mort. Y para culminar cualquier recorrido: Girona, la capital de la provincia. La catedral, el barrio judío, los baños árabes y el Museo Arqueológico son las citas ineludibles, además de las murallas y las iglesias de Sant Nicolau y Sant Feliu.