Bahía de los Ángeles, en el estado de Baja California, oculta debajo de sus aguas un cautivador ambiente de animales y paisajes exóticos, varios de ellos imposibles de hallar en otras zonas costeras de nuestro país.

Es un lugar de gran proyección turística en el norte del país.

Cuando uno llega a Bahía de Los Ángeles, por la carretera transpeninsular, el paisaje es asombroso: en la lejanía aparece la Isla Ángel de la Guarda, la segunda de mayor tamaño en el Golfo de Caifornia, luego de Isla Tiburón.

A menor distancia, un conjunto de islas e islotes diminutos, esparcidos a lo largo de toda la bahía. A la vistosa Isla Coronado o Smith, con su cono volcánico de 500 metros de altura, le siguen hacia el sur islotes como Los Gemelos, Cabeza de Caballo, ventana, Cerraja, Llave, Flecha, Jorobado, Bota, Pata, Piojo y calavera. Casi todas estas islas se pueden avistar desde la carretera, antes de bajar hasta el pueblo de Bahía de los Ángeles.


La mezcla de cañones subacuáticos e islas produce intensas corrientes marinas en un espacio de gran biodiversidad biológica. Es un espacio que desde hace mucho tiempo ha atraído la atención de los científicos e investigadores de la vida marina. Por supuesto, los aficionados al ecoturismo y la observación de los espacios silvestres o costeros, hallarán fascinante un lugar como Bahía de los Ángeles.


Este lugar estuvo habitado hace mucho tiempo por la etnia de los cochimíes. En la actualidad en Bahía de los Ángeles viven cerca de 300 personas, casi todos ellos dedicados al comercio, el turismo y la pesca. Pero además, numerosos ciudadanos estadounidenses han construido en esta parte de Baja California, residencias vacacionales o de retiro.


Pocos sitios en el Golfo de California son tan ricos y variados en fauna y flora como lo es Bahía de los Ángeles. Sus aguas son un santuario para la ballena de aleta, la segunda criatura más grande de nuestro mundo, solo superada por la ballena azul. También pueden observarse fácilmente delfines, y en las islas mencionadas previamente, pueden avistarse agitados grupos de leones marinos.


Pero la diversión no se agota en ello, en este paraíso bajacaliforniano: también es aconsejable para navegar en kayak, el camping, la pesca deportiva y muchas actividades más. Es un sitio que ningún turista interesado en conocer lo mejor de Baja California se puede perder.