Ostia Antica, arqueología y playa en Roma
Roma es una de las capitales más majestuosas del Viejo Continente. Se trata de un museo al aire libre en el que convergen todo tipo de herencias artísticas, culturales y arquitectónicas. Su riqueza patrimonial se sustenta en el hecho de que fue una de las ciudades claves del Mundo Clásico, siendo cuna de una de las culturas más espectaculares de todos los tiempos: el Imperio Romano.
La Civilización Romana nos dejó un legado histórico y patrimonial que sigue siendo tangible también en muchas capitales europeas. Muchas de sus ruinas siguen siendo espacios ineludibles en los viajes de ocio. También lo es su visión, iconografía y manera de entender la realidad. Una amalgama de conocimientos que ha impactado también en muchos elementos de ocio.
En el caso del cine, destacan diversas obras clásicas atemporales como Gladiator o Ben-Hur. Dos films que incluyen elementos arquetípicos de la cultura romana clásica, como son los gladiadores o las famosas carreras de cuadrigas. También se puede encontrar la huella cultural de Roma en otros productos de masas como es el caso de las máquinas tragamonedas del casino online, que también han sido permeables a otras civilizaciones pretéritas, como son las americanas, con Mayas y Aztecas como dos de las más destacadas, o el mundo griego clásico. Como ejemplo práctico encontramos Arena of Gold, tragamonedas que muestra el Coliseo de fondo, una de las imágenes más populares de la ciudad italiana. Finalmente, destaca también el videojuego Ryse publicado en Xbox y con mucha repercusión en su sector. En dicho caso se centra en el mundo de los soldados, con su estilo de vida y sus técnicas de combate.
El Imperio Romano halló en el Mediterráneo un aliado imprescindible desde donde iniciar su proceso de expansión. Sin embargo, la capital de la metrópolis no tenía salida al mar. ¿Cómo lo hicieron los romanos para acceder al gran mar interior de Europa? La respuesta la encontramos en Ostia Antica, una ciudad costera que es considerada como una de las primeras colonias de la primera fase de expansión romana. Se encuentra ubicada a unos 25 kilómetros de la capital, y funcionó como puerto comercial.
Por su configuración urbana, su visita se convierte en imprescindible para las personas interesadas en el Período Antiguo. Básicamente, convergen dos elementos interesantes que invitan a interactuar con su territorio. El primero se sustenta en que es per se una ciudad marinera, con la belleza inherente de la costa italiana. Ostia cuenta con playas que ayudan a combatir las altas temperaturas de Italia. De hecho, la villa es considerada como un barrio más de la ciudad, ya que son muchos los habitantes que suelen trasladarse hasta esta región para disfrutar del Mediterráneo. El segundo es meramente arqueológico.
Nos encontramos ante una de las ciudades romanas con un mayor grado de conservación. Solo encuentra competidores dignos en las calles de Pompeya y Herculano. El motivo de su buen estado monumental, se sustenta, como suele ocurrir, en una tragedia. La caída del Imperio Romano provocó un progresivo abandono de sus calles. A esto se le sumaron varias epidemias y una sucesión de conflictos geopolíticos que acabaron con su progresivo abandono. Curiosamente, muchas de sus piedras fueron empleadas para construir la famosísima Torre de Pisa, una de las zonas más famosas de la colorida Toscana.
La ciudad dispone de diversos yacimientos importantes que ayudan a entender su majestuosidad previa. Destaca, por ejemplo, el magnífico Teatro, construido en el siglo I antes de Cristo. Hoy en día sigue acogiendo diversas actuaciones teatrales y musicales, conservando su forma original.
También destacan los restos de las antiguas Termas, donde puede verse el típico arco y los habituales materiales constructivos que utilizaban los romanos. Igualmente es emocionante caminar por la antigua calzada, con dos mil años de historia y un sinfín de travesías sobre su superficie.
Las letrinas también siguen siendo visibles, junto con los restos de otros edificios clásicos, elementos habituales de cualquier ciudad romana que se precie, como es el caso del Foro o la Necrópolis. También merecen especial mención las casas y los mosaicos que visten su pavimento. En definitiva, un espectáculo patrimonial que no dejará a nadie indiferente.
La mejor opción es visitar el yacimiento arqueológico por la mañana y, según vuestras inquietudes personales, dedicar después un buen rato a nadar entre sus aguas. Para llegar a Ostia Antica hay que comprar un billete sencillo de tren y tomar el transporte público en la línea Roma – Lido. Un día muy completo con el ocio y la cultura como pasatiempos. Un plan de apuesta segura, siempre que ya se hayan visto todas las opciones que Roma ofrece. Gladiadores y gladiadoras, sed bienvenidos a la que es considerada popularmente como la playa de Roma.