Panamá: historia, modernidad y descanso
El corredor sur, un puente con holgadas curvas, marca el camino para llegar al corazón de la Ciudad de Panamá.
A los lados, la costa azul fundida con el cielo despejado y, en frente, una imponente panorámica de rascacielos y altísimos edificios que conforman el abrebocas de este destino que se mueve entre el placer y los negocios.Trump Ocean Club, el edificio en forma de vela del magnate Donald Trump, y el F&F Tower, famosa edificación azul en forma de tornillo –de un ingenio arquitectónico impecable–, denotan el nivel comercial de esta ciudad, conquistada por los españoles en el siglo XVI y convirtiéndose en república independiente desde 1903, tras la separación de Colombia.
La primera parada es la Panamá moderna: zonas residenciales, bancarias y de comercio, ideales para la vida ejecutiva, donde hoteles y centros de convenciones ofrecen toda clase de servicios, y donde la noche es cómplice de largas fiestas, apuestas en casinos y veladas románticas.
El destino recomendado, ya sea de noche o de día, es la Calzada Amador o Causeway, una vía elaborada con restos de rocas usadas para construir el canal, y que conecta a la ciudad con tres islas que flotan en el océano Pacífico –Naos, Perico y Flamenco–.
Restaurantes, bares y un Dutty Free con excelentes precios son atractivos por su variedad y por la majestuosa vista al mar, cargado de yates y turistas. Este lugar también es el preferido de los nativos para salir a trotar, caminar o montar bicicleta en una amplia acera pavimentada.
El camino a la historia
La ciudad colonial de Panamá retrata fachadas y caminos ladrillados de los siglos XVII y XVIII. De la muralla que dividía al pueblo de la clase pudiente y religiosa tan solo queda una pequeña pared de piedra.
En el también llamado casco viejo son atractivos los flamboyanes –conocidos como árboles de fuego por su color rojo encendido-, la iglesia San José (Con su altar de oro), las ruinas del convento de Santo Domingo, la Catedral Metropolitana, el paseo de los enamorados y la plaza de Francia, donde se levanta un obelisco de 18 metros, como símbolo a los franceses precursores del canal.
Estas áreas de la ciudad antigua, en su mayoría, están siendo reconstruidas para edificar hoteles, museos, teatros, restaurantes y heladerías, al estilo de la ciudad de Cartagena.
Pero, sin duda, uno de los lugares que más habla de la historia de Panamá es su canal, un ‘ascensor acuático’ de 80 kilómetros, construido hace 100 años. De 35 a 40 barcos circulan en el día, a través de agua dulce, en un lapso de 9 a 10 horas para cruzar del oceánico Atlántico al Pacífico, o viceversa. Allí, los turistas pueden ver cómo los barcos pasan a través de estanques cerrados que se van llenando de agua para llegar al otro lado del mar.
La circulación del canal es tan masiva que, paralelo al actual, se está levantando una obra más amplia que culminará en el 2015.
Y cuidado… como curiosidad, a la entrada a o salida de estas instalaciones no es de extrañar ver a un cocodrilo paseando por la acera, pues hay letreros que alertan sobre su presencia. Obviamente, no permanecen cerca al área donde se ven pasar los barcos.
Playa y compras
Después de cruzar el famoso Puente de Las Américas, construido por encima de las instalaciones del canal, y a 120 kilómetros de la ciudad, tras encontrar el aeropuerto Scarlet Martínez de Río Hato, se inicia un camino en asfalto que llevará al viajero al poblado de Farallón, bautizado así gracias a una inmensa piedra o símbolo volcánico que está dentro del mar.
Apartamentos en alquiler, restaurantes para pasar el día, paisajes, playas y artesanías son algunas de las alternativas que ofrece el lugar. También, recorridos en lancha, caballo, botes o, simplemente, una caminata a orillas del mar para ver el amanecer o un atardecer cargado de nubes rosadas. Y para probar la comida típica, se ofrece gran variedad de pescado frito con patacones y ceviche.
Si de comodidad se trata, hay hospedajes en grandes hoteles, como el Royal Decameron Golf Beach Resort & Villas, un amplio complejo con alrededor de 850 habitaciones, 8 restaurantes, 11 bares, shows en vivo y deportes acuáticos.
Ahora, si va de compras, Panamá es una ciudad colmada de ofertas comerciales. El lugar más famoso para comprar miles de artículos, a cualquier precio, es el Albrook Mall. La principal recomendación es ir con zapatos cómodos, estar seguro de qué quiere comprar y disponer de bastante tiempo, pues esta zona se recorre, si es un turista ágil, en dos días.
Pero si prefiere un lugar más pequeño, un poco más familiar, el Multiplaza Pacific Panamá es una buena opción. Para personas más exclusivas, la Megapolis Panamá cuenta con el Multicentro, un centro comercial conectado a dos hoteles, un casino, salas de cine y variedad de locales gastronómicos.
Hospedaje al estilo rock star
The man who sold the world, de Nirvana, es la canción que se escucha al arribar al lobby del hotel Hard Rock Panama Megapolis. Alrededor, un vestido de Shakira, el atuendo de Elvis Presley, la guitarra de Gene Simmons -de Kiss e incontables vestuarios y accesorios de leyendas musicales dan la bienvenida al huésped.
Incluso, en una de las paredes también cuelgan dos de las 15 guitarras disponibles, marca Fender, para que los huéspedes usen durante su estadía, siempre y cuando dejen un depósito de mil dólares.
‘Love in an elevator’, una frase de la agrupación Aerosmith etiquetada en al ascensor, invita a sumergirse en esta torre de 66 pisos de pura diversión. Al llegar al piso 12, un short de Carlos Vives y el bikini de Madonna son el preámbulo de entrada a la piscina de borde infinito, donde se puede escuchar música debajo del agua. Al oír Can´t you see, de Peter Tosh, nada mejor que tomar un cóctel, mientras se toma el sol y se contemplan los rascacielos y la bahía de la ciudad.
Si la opción es relajarse en el rock spa o ir al gimnasio, no hay que entrar allí sin ver los objetos coleccionables de esa época de Los Beatles, como una lonchera metálica, un mechón de pelo de Paul McCartney, un Yellow Submarine armable y una licorera.
Para rematar, un piso con un hall de fotografías inéditas de diversos artistas, como Gloria Estefan, y un bar de música en vivo con bandas locales. El plan se puede combinar perfectamente con una visita al piso 62 para tomar algo y ver una panorámica de la ciudad de 360°.
Este hotel hace parte de la Megapolis Panamá, junto con el hotel Radisson Decapolis, un centro de convenciones y un centro comercial.
Si usted va…
- Copa Airlines y Avianca viajan todos los días desde Bogotá hasta el Aeropuerto Internacional de Tocumén de Panamá.
- Los colombianos no necesitan visa; únicamente pasaporte y dólares que, ocasionalmente, piden las autoridades.
- Para Viajar desde la ciudad de Panamá hasta Farallón puede ir en carro o tomar un bus desde la terminal de Albrook en la ciudad de Panamá.