Playa de Kalmar
En nuestro recorrido por la provincia sueca de Småland pudimos bañarnos en varias de estas playas auténticamente paradisíacas, scandinavian style.
O dicho de otro modo: playas nada masificadas, limpias y semi vírgenes, en las que la vegetación llega casi hasta tocar la orilla y en donde las olas continúan depositando algas y conchas marinas. Son playas en que celebrar un picnic al atardecer, en las que no existen chiringuitos ni nadie que se nos acerque a ofrecernos haaaay coco fresco!!, ni pareos, ni masajes, ni nada parecido.Al igual que Jönköping, Kalmar es otra de las grandes ciudades del sur de Suecia, con un protagonismo que se remonta a mediados de la Edad Media. Ciudad extremadamente tranquila incluso en verano, no podría serlo menos su playa. Para disfrutarla habremos de acercarnos hasta la calle ??stra Vallgatan, donde no supondrá ningún problema aparcar; allí encontraremos una pequeña playa, sencilla y coqueta, absolutamente perfecta para darse un chapuzón de tarde, tomarse la merienda e incluso ver anochecer.
Por la mañana habremos aprovechado para visitar el imponente castillo de Kalmar, y para tomar un delicioso fika en el Krusenstiernska Gården, uno de los mejores cafés al aire libre que hemos tenido la suerte de disfrutar en Suecia.