Qué hacer y qué no hacer en las vacaciones de verano
Cuando llega el verano se siente un entusiasmo especial ante la inminente llegada de la temporada de asueto, asociada a este periodo del año.
Es un tiempo para dejar de lado la rutina cotidiana o para descansar de las actividades académicas. Independientemente de si se trabaja o si se estudia, las vacaciones de verano se proyectan como una excelente oportunidad para reponer fuerzas de la vida diaria y por ello conviene aprovecharlas a plenitud. Por lo anterior, en lo que sigue les recomendaremos qué hacer y no hacer en las vacaciones de verano.De entrada hay que elaborar un plan de actividades para realizar en las vacaciones veraniegas. Craso error es dejar pasar los días sin llevar a cabo nada, ya que, aun cuando se tenga el deseo de descansar, es preciso mantener un nivel de actividad aunque sea mínimo, para no sentir ansiedad. También hay que ser consciente de las limitaciones de tiempo que se disponen. Es más valioso ponerse metas a largo plazo y luego disponer de un periodo de descanso, que establecerse metas a corto plazo.
Por otra parte, no hay que pasar las vacaciones veraniegas en un solo entorno. Si se tiene la oportunidad es mejor cambiar de aires, por ejemplo, pasando un día en la playa, otro en la alberca, uno más visitando pueblos cercanos al destino visitado, etc. Además, el verano es la mejor ocasión para conocer gente nueva y vale la pena concederse el tiempo para ello en el marco del viaje vacacional.
La lista que acciones para llevar a cabo en las vacaciones veraniegas debe incluir lo siguiente: las actividades disponibles en los sitios que se visitarán; el orden en el que se realizarán tales actividades (es aconsejable combinar actividades lúdicas con actividades educativas, para tener unas vacaciones variadas, intensas y divertidas al máximo), y no establecer objetivos a corto plazo para las vacaciones, sino tener conciencia de las limitaciones temporales que se tienen y sacarle el máximo provecho posible al viaje.
También es conveniente darse un tiempo en las vacaciones para practicar algún deporte, explorar aficiones novedosas, preparar un horario para que los días del paseo nos rindan para todo lo que se piense hacer y finalmente dividir las vacaciones entre un periodo de desconexión, uno de recuperación y uno más de preparación para regresar a las actividades cotidianas tras las vacaciones de verano.