¿Qué no debes hacer en una isla paradisíaca?
Viajar a una isla paradisíaca alejada de todo nos puede proporcionar la sensación de que nos hemos trasladado a otro mundo y que estamos en un lugar distinto a todo.
Pero eso no significa que podamos comportarnos de la manera en la que queramos, también hay que seguir unas sencillas normas de conducta que ayudan a que todo fluya de una manera más agradable.Por ejemplo, nunca hay que olvidar que aunque nosotros estemos de vacaciones en ese lugar, hay personas allí que viven de forma habitual y que no están tan maravillados como nosotros por lo que tienen a su alrededor. No de una manera negativa, sino realista. Es decir, por mucho que nosotros nos quedemos impresionados por ver cómo un animal salvaje se cruza ante nuestro paso, quizá a quien venga por detrás no le haga tanta gracia detenerse mientras nosotros miramos a la criatura en cuestión. La gente que vive en estas islas paradisíacas tiene sus propias vidas y problemas.
También hay que evitar ir por nuestra cuenta cuando estamos buceando o moviéndonos por espacios en los que haya especies protegidas. No hay que tocar a estos animales, aunque también recomendaríamos no tocar al resto, dado que pueden darnos algún que otro susto.
Son, en algunos casos, cosas demasiado obvias, pero que conviene recordar de vez en cuando. Hay que recordar, por otro lado, que hay que tener mucho cuidado con las advertencias que se dan en las playas, especialmente en lo relacionado con la práctica de deportes acuáticos, como el surf. Si nos encontramos con que hay una señal de peligro, por muchas ganas que tengamos de hacer surf, no deberíamos hacerlo y así evitaremos posibles situaciones inesperadas que pongan en peligro nuestra vida.
Es bueno tener en cuenta, por otra parte, que en muchos de estos lugares paradisíacos sus habitantes apuestan por un estilo de vida relajado, tranquilo, en comunión con la naturaleza y con las personas que les visitan, quienes normalmente buscan relajarse. Es por ello que es importante mantener siempre la calma, evitar los gritos o situaciones que pueden resultar molestas, como tocar el claxon de un vehículo. Si ayudamos a mantener puro el entorno paradisíaco nos aseguraremos de que este acabará rodeándonos de una forma mucho más positiva.
Por último, acabamos diciendo que no hay que introducir especies extranjeras en estos lugares y que tampoco nos debemos llevar nada de ellos, incluso rocas o tierra.