La próxima vez que veas un tiburón saltando en el agua, mejor asegúrate que lo sea.

¿Por qué? Pues podría ser solo el “Seabreacher X”, un submarino de alta velocidad que está intencionalmente hecho para que se vea como un gran tiburón blanco, completo con aletas, branquias, y filas de dientes arranca-carne muy filosos.

Creado por Innespace, el vehículo recreativo sigue con la tradición de los proyectos anteriores, que incluyen los submarinos que parecen delfines. Esta vez, cambiaron esa actitud de buen chico del delfín por un cuerpo del súper agresivo tiburón que aparenta ser. Y con 16.5 pies de largo, también puede ser llamado “GRAN tiburón”.

El “Seabreacher X” es una nave acuática de alta velocidad, impulsada por una maquinaria de súper carga de 260hp (caballos de fuerza). Puede viajar a 50mph tranquilamente en la superficie, sostener inmersiones a 25 mph, girar a los lados en un ángulo de 90 grados (sí, gira como un pez) y brincar fuera del agua a unos ridículos 12 pies de elevación. Más que la pintura que lo hace ver como un animal marino carnívoro, también tiene un sistema de empuje totalmente vectorizado que copia la articulación de la cola de un tiburón real, junto con un escape personalizado que ha sido afinado para lanzar un "gruñido". Sí, todo lo que necesita es bocinas externas que toquen el tema de “Tiburón” en un bucle, y podrás correr a toda la gente de la playa en segundos.

La cabina tiene una configuración de dos asientos, con el piloto en el frente, y el pasajero detrás. A demás de los controles de manejo, tiene una pantalla LCD (que deja ver lo que captura una cámara instalada en tiempo real), navegación GPS, un sistema de sonido a bordo, un sistema de templado al cerrar, y un equipo de seguridad.





Solo diez modelos del Seabreacher X serán hechos, cada uno en un precio de hasta $100,000dls (tendrás que apartarlo con el precio exacto). El equipo de Innespace conformado de siete personas está actualmente construyendo uno de éstos cada tres meses, así que tendrás que esperar en la fila para tener uno también, aun cuando tienes el dinero de sobra.