Submarinismo en Bruselas
Con una fosa de 33 metros de profundidad y una capacidad de 2.
500 metros cúbicos, Bruselas cuenta con una de las mejores piscinas de buceo del mundo; una auténtica joya para los amantes de las profundidades. La bautizaron como Nemo33 en honor al capitán más conocido de Julio Verne y, aunque no alcanza las 20.000 leguas submarinas, sus 33 metros bastaron para coronarla, en 2004, como la más profunda del mundo.El belga John Beernaerts, ingeniero de formación y apasionado del buceo, se enfrentó al desafío de construir esta piscina, hace diecisiete años, al volver de una larga estancia en países cálidos, en los que practicar el submarinismo le resultaba muy agradable debido a la temperatura del agua. Su pasión por este deporte hizo que no se conformara con coger un avión cada vez que quisiera bucear, sino que, después de siete años de trabajo, inauguró la que hoy sigue siendo la pionera en este tipo de obras de ingeniería, aunque ya no sea la más profunda: Y-40, inaugurada el pasado mes de mayo en Padua (Italia), alcanza los 40 metros de profundidad.
Además de su profunda fosa, Nemo33 también dispone de dos pisos situados a 5 y 10 metros de profundidad y de una zona llamada de descubrimientos. En la primera planta, a cinco metros bajo el agua, encontramos La Perla. Es una estancia esférica con capacidad para cuatro personas y en la que, si uno se siente cómodo, pueden incluso servirle algo de comer. Es el lugar ideal para contar confidencias. En la zona de descubrimientos hay pasadizos subacuáticos, dos campanas de aire situadas a 10 metros de profundidad en las que es posible respirar sin equipo, y una tercera estancia en la que se puede sacar todo el cuerpo del agua. La temperatura del agua, procedente de manantial, oscila entre los 30 y los 33 grados y se mantiene constante gracias a paneles solares.
La piscina es ideal tanto para los que quieren mejorar y entrenar sus técnicas de buceo como para los principiantes que desean iniciarse en este deporte. Además de buceo, también hay cursos de snorkel, apnea y otras actividades de ocio como proyecciones de algún partido de fútbol debajo del agua. El fondo de la piscina también está equipado para ser un plató de filmación subacuática que ya ha sido testigo de varios rodajes con actores y directores como Jean-Paul Rouve, Liberski y Louise Bourgoin entre otros.
Para los acompañantes que no quieran mojarse o para cualquier visitante curioso, Nemo 33 propone un servicio de bar y restaurante con siete grandes ventanales desde los que se puede ver el interior de la piscina y a los buceadores entrenándose. La entrada al restaurante es libre.