Bodyboarding
El Bodyboarding es una actividad deportiva que se desarrolla deslizándose sobre la superficie de una ola, aún sin romper, con el apoyo de una tabla de espuma sintética de aproximadamente un metro de largo, denominada como boogie o tabla de bodyboard.
Existen tres maneras principales de deslizarse sobre un boogie: estando tumbado, con una pierna arrodillada o bien estando totalmente de pie. En idioma inglés y de modo técnico, a la primera se le denomina como “prone”, a la segunda “drop knee” y a la tercera “stand up”. De entre las tres, la primera derivación es la más popular entre los aficionados a los deportes náuticos y de las que más se practican en las playas de América. En lo que se refiere a las dos modalidades restantes, su desarrollo es muy similar al del surf.El elemento capital del bodyboarding es el boogie, es decir, la tabla de bodyboard. El material con el que está elaborada esta tabla, es una combinación de distintas fibras de carbono tubular, las cuales se entreveran en una estructura aireada. Tal composición favorece la flotabilidad de la tabla y la integridad que manifiesta en su estructura interna. Por lo general también incluyen polietileno y fibra de vidrio, entre otros materiales similares. Sin importar el diseño, dimensiones y los materiales particulares que incluyan en su composición, las tablas de bodyboarding o boogie son capaces de soportar grandes cargas de presión, y de fuerza ejercida sobre ellas.
Este deporte acuático tiene sus raíces en una rudimentaria manera de deslizarse por las olas, si dejamos de lado el bodysurfing. Por ejemplo, algunos diarios de marinos del siglo XVIII, comentan acerca de la manera que tenían los naturales de Hawaii, para cabalgar sobre altas olas, utilizando tablas tipo paipo. De cualquier manera, se reconoce a Tom Morey como el principal impulsor del bodyboarding. Morey, en cierta ocasión que se le había partido la tabla de surf, en Hawaii, utilizó una parte de su tabla para correr una ola espectacular y llegar finalmente a la orilla. Ya en la década de 1990, surgieron otros nombres importantes, como los de Guilherme Tamega, Michael Eppelstun o Ben Holland, quienes llevaron al bodyboarding a otro nivel.
Ellos exhibieron acrobacias o maniobras sumamente complejas en sus deslizamientos sobre el boogie. Imposible no destacar una suerte como el Air Roll Spin de Michael Eppelstun. A quienes son aficionados a este sorprendente deporte acuático se les conoce como “bodyboarders”.