El finswimming o natación con aletas, es un deporte acuático que está considerado por mucha gente como un equivalente a las carreras de Fórmula Uno en los ambientes náuticos.

Año con año sigue avanzando en su consolidación como una de las actividades deportivas más gustadas. Quienes se decidan a vacacionar en las mejores playas de América, tienen en el finswimming una opción de gran nivel, para su ilimitado esparcimiento.
Los orígenes del finswimming se remontan a la década de 1960, cuando se manifestó a través de dos versiones principales. Una fue la natación con bialetas, en una forma similar al crawl o estilo libre de la natación convencional, en donde se alternan piernas y brazos y no se utiliza forzosamente el tubo respirador o esnórquel.
La segunda variante más popular del finswimming, desde los años sesentas y hasta nuestros días, es la natación con monoaleta, misma que se efectúa con un desplazamiento similar al que llevan a cabo los delfines. Precisamente “delfín” se denomina a este estilo de nado o bien, “de ondulación”, en el cual el impulso se realiza desde la parte media y baja del cuerpo y en el cual los brazos se colocan a manera de flecha sin otra clase de impulso. Es preciso mencionar que para ejercitarse en esta forma del finswimming se requiere de utilizar tubo respirador o esnórquel.
La evolución que ha tenido el finswimming, en su versión más competitiva, se dio realmente con el surgimiento de la monoaleta, el cual se proyectó ante los aficionados a los deportes acuáticos más novedosos, como un elemento altamente innovador. De hecho para los espectadores también resultó sorprendente ver a los deportistas dedicados al finswimming, desplazarse en el agua de una manera tan diferente a lo acostumbrado.
Hasta hace unos diez años aproximadamente, se consolidó la utilización de la monoaleta y el finswimming se transformó en un deporte formal. En las competiciones internacionales de natación, poco a poco fueron dejándose de lado las bialetas, para utilizarse casi de manera generalizada, la monoaleta, especialmente por la gran velocidad en el desplazamiento que permite tal versión del finswimming.
No obstante, por cuestiones económicas, en varios países, en competencias de gran convocatoria, se ha optado por separar a los nadadores que utilizan bialeta de los que usan monoaleta y así establecer dos modalidades distintas y pruebas diferentes, de acuerdo a la elección y posibilidades de los nadadores.