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Viaje en barco por el Amazonas, el río más grande del planeta

Nota sobre Viaje en barco por el Amazonas, el río más grande del planeta

Alucinante e imposible de olvidar resulta la travesía en barco desde la comunidad de Manaos a Belem de Pará siguiendo el impresionante río Amazonas. El viaje se realiza tomando la embarcación Clívia en Manaos por la tarde en territorio carioca. El pasaje para los que aceptan reposar en hamaca, tiene un costo de aproximadamente 60 euros. Para quienes deseen dormir en camarote el costo es un tanto mayor. Para los habitantes de la región tomar esa clase de embarcación es como viajar en autobús.



El entorno de esta parte del río Amazonas es muy atractivo, en especial en el encuentro de las aguas del Río Negro con el Río Solimoes, que es como llaman al Amazonas en esta parte de su corriente. Debido a la diferencia de temperatura y densidad de ambos ríos, sus aguas no se mezclan durante kilómetros enteros. Es por eso que la corriente del río se observa oscura de un lado y clara del otro. Una sección de la embarcación incluye camas, colchones, frigoríficos y objetos varios que son transportados en el Clívia.



En la segunda planta se observan innumerables hamacas, mochilas y maletas además de un par de baños y una sencilla cocina. En el tercer nivel de la embarcación está la cabina del capitán, un diminuto bar y rústicas sillas para admirar el paisaje del río. Los altavoces del Clívia dejan oír sertanejo y tecnobrega desde muy temprano y hasta la medianoche y los pasajeros pueden beber cerveza más bien tibia que hace más grata esta exótica travesía. La comida a bordo es más bien sencilla: café con leche y pan en la mañana, arroz, carne, frijoles, pasta y cierta harina elaborada con pescado en la tarde y para cenar, todo por un módico costo.



En cada parada de la ruta suben al barco vendedores ambulantes ofreciendo los más variados productos. El barco pasa por Obidos, Santarem y muchas comunidades ribereñas desde donde se asoman alegres niños para ver pasar al Clívia navegando por el Amazonas. Los viajeros les arrojan alimentos y productos varios a los lugareños en bolsas de plástico, como apoyo social. La travesía termina finalmente al llegar a la ciudad de Belem.