Con el comienzo de las vacaciones de verano y con la posibilidad de salir de viaje para aprovechar este periodo de asueto, es preciso no dejar a la suerte aspectos importantes de seguridad relacionados con la travesía.

Uno de ellos es el buen estado de nuestro coche, en especial en lo que se refiere a las llantas, gomas o neumáticos. Estos últimos son algo esencial para poder realizar un traslado seguro por carretera o autopista hasta el destino turístico deseado.

Las llantas son, como en el caso del motor, uno de los elementos más relevantes de nuestro vehículo y por este motivo es preciso revisar la presión en frío, antes de haber recorrido unos cinco kilómetros. Es preciso tomar en cuenta que, si los neumáticos tienen poca presión el gasto de gasolina es mayor y el riesgo de tener un accidente de gravedad por sufrir un pinchazo, o una falla mecánica, también es ostensiblemente más alto.

De acuerdo a los especialistas, dos de cada diez automóviles que transitan por las carreteras lo hacen con una presión inadecuada en las llantas. También es preciso revisar el estado de las llantas de repuesto, puesto que en ocasiones se encuentran en un sitio no muy visible. Si los neumáticos tienen excesiva presión, es necesario reducir esta última, ya que de lo contrario las llantas pierden adherencia con la autopista y el peligro de accidentes aumenta por ello.

No es aconsejable comprar una llanta de procedencia dudosa o habiendo sido usada a un nivel imposible de comprobar. Esto último también se transforma en un causante de percances en carretera que pueden afectar al máximo unas vacaciones de verano. También podemos hacernos acreedores a multas por agentes de la policía si comprueba el mal estado de nuestras llantas.

Es necesario, antes de emprender un viaje por carretera para las vacaciones de verano, revisar el dibujo de los neumáticos, para comprobar que no tenga excesivos desgastes, grietas y considerando que la profundidad mínima es aproximadamente de 1.6 mm. Para mucha gente podría ser un detalle sin importancia, pero en realidad las rayas dibujadas en las llantas cumplen una tarea significativa para eliminar el agua, la suciedad y arena de la autopista. También garantizan un mejor agarre en la carretera.

Una recomendación adicional es la de constatar que las llantas no sean viejas, es decir que no tengan más de cinco años y que no hayan rebasado los 50 mil kilómetros de camino. La seguridad es un factor ineludible para tener unas muy gratas vacaciones veraniegas.