Tanto el Puerto de Veracruz, como Boca del Río, nos brindan muchas atracciones para turistas de todas las edades.

De inicio sobresale San Juan de Ulúa, luego, su espléndido Malecón y de igual manera, el Zócalo de Veracruz. Este último es un sitio muy concurrido, admirado por muchos turistas por sus veladas llenas de folclor y sus noches de danzón.

Por las tardes, es muy agradable gozar del ambiente calmo, paseando entre sus portales. Al sur aparece el famoso Acuario de Veracruz, el de mayor tamaño e importancia de toda América Latina. Lo que sigue es una estupenda franja de playas que nos llevan hasta la moderna comunidad de Boca del Río.

Una visita al Acuario de Veracruz es una experiencia sumamente aconsejable para cualquier turista. Especialmente los niños disfrutan mucho de conocer las más exóticas especies marinas, así como también de enterarse de los esfuerzos de conservación de la naturaleza marina que se llevan a cabo.

En el Acuario que les mencionamos, hay enormes peceras y estanques donde nadan tortugas marinas, manatíes, y colosales tiburones. Después, a un costado del acuario, aparece el Museo de Cera de Veracruz, una atracción capaz de impresionar a los turistas más exigentes, con figuras de cera idénticas a importantes personalidades de la política, la sociedad, los deportes y los espectáculos como por ejemplo: Juan Pablo II, Cantinflas, Elvis Presley o Harry Potter.

A todo lo largo del área de playas que hay en Veracruz, es factible hallar alternativas de diversión accesible a todos los bolsillos. En las cercanías del Malecón existe un Club de Yates que resguarda lujosos navíos privados. Sin embargo, varios de ellos se rentan, para así gozar de una inolvidable jornada náutica, para explorar el Sistema Arrecifal Veracruzano.

Este último es un parque acuático ideal para la práctica del buceo o el esnórquel, ya que abunda en multicolores peces, fascinantes formaciones de coral y colonias completas de especies subacuáticas de escasa profundidad.

En este mismo Sistema Arrecifal Veracruzano se ubica un diminuto paraíso llamado “Cancuncito” por los pescadores locales. Este sitio se puede visitar gracias a diferentes tours en lancha que ofrecen los operadores turísticos locales. Cancuncito tiene ese nombre por las cristalinas aguas de tonalidad turquesa que existen en este rincón veracruzano, muy parecidas a las que caracterizan al Cancún Quintanarroense.

Para completar este paseo es recomendable acudir a Boca del Río, una comunidad con una rica tradición gastronómica y numerosos paisajes naturales de gran belleza.