Viajar al espacio llegará a ser tan normal como ir al Caribe
El talento español brilla en la NASA.
Allí trabaja Teresa Nieves Chinchilla (Madrid, 1973) como investigadora asociada del Centro de Vuelo Espacial Goddard, un trabajo al más alto nivel que quiere hacer comprensible a la mente más terrenal. "Es importante que los científicos hagamos un esfuerzo por llevar la ciencia y nuestro trabajo a la sociedad", explica en una entrevista con EXPANSIÓN.En su caso, ese trabajo pasa por "entender en esencia el Sol, su actividad y el posible impacto en nuestra vida en la Tierra". "Este objetivo se concreta en que mi quehacer diario es observar el Sol y, en concreto, estar alerta en las emisiones de masa coronal, que son los eventos más espectaculares que produce el Sol". El interés por este campo queda justificado por el hecho de que "el día que se apague el Sol, no habrá vida en ningún planeta del sistema solar", asegura la investigadora, que también avisa de que la energía solar es la base de la exploración espacial. En este sentido, augura que "algún día será tan normal hacer viajes espaciales como ir a las playas del Caribe o como desplazarse de un continente a otro". ¿Cuándo? "No sabemos lo que ocurrirá con certeza, no controlamos la dimensión temporal de nuestro universo". Pero como científica, propone una hipótesis y después aplica el método científico para pronosticar que en 30 años "tú y yo veremos viajes ofertados en los periódicos digitales". O que en 50 años "nuestros hijos los usarán como medios de transporte". Consejos El interés por este área de Teresa Nieves Chinchilla, que también colabora con el Laboratorio de Investigación Naval de EEUU, surgió casi por azar.
"En España hay muy poca tradición de Física Espacial y Heliofísica, ni siquiera sabía que existía esta disciplina dentro del área de Ciencias Físicas". Pero cuando acabó la carrera, y por "casualidades de la vida", un compañero de carrera y amigo le dijo que había un grupo en Alcalá de Henares y así es cómo acabó en este área. El resto de la historia tiene mucho más que ver con el esfuerzo, pues mientras trabajaba en su tesis, un científico de la Nasa le planteó la posibilidad de presentar un proyecto en el programa posdoctoral del organismo, "altamente competitivo". Su proyecto fue seleccionado, marcando así el pistoletazo de salida de su aventura en el otro lado del Atlántico, donde ya lleva 9 años.
Tras esta experiencia, ¿qué aconseja a investigadores que quieran hacer carrera en el extranjero? "Es fundamental desarrollar una red de contactos". Recuerda que han surgido comunidades de españoles en muchos países, como Ecusa (Españoles Científicos en USA), cuyo objetivo pasa por potenciar flujos de contactos y colaboraciones entre las comunidades en España y EEUU. "Puede ser un vehículo para la consecución de objetivos para científicos en España que quieran venir a trabajar a EEUU y completar su formación". ¿Vuelta a España?
Para quienes se animen, avisa de que "la adaptación es un proceso largo y difícil, aunque también apasionante". ¿Y le gustaría hacer el proceso inverso y regresar a España? "Sobre todo me gustaría estar más cerca de mi familia. Trabajar en España es muy difícil en mi área, no hay tradición, pocos grupos... Aunque, por supuesto, me encantaría contribuir y trabajar en España", afirma. A Teresa le parece "pretencioso hacer afirmaciones muy rotundas" sobre qué puede aprender España del sistema investigador americano.
Lo que sí apunta es que EEUU tiene una capacidad "impresionante para adaptarse a los cambios" y que las estrategias para hacerlo efectivo son muy competentes", asegura. "En España, es todo mucho más rígido, los planes nacionales de ciencia son difíciles de encontrar y de seguir. Las universidades no terminan de adaptarse a un nuevo mercado científico". Pero esto, insiste, es sólo "una opinión".