China

Bahía de Halong

Había oído maravillas de la Bahía de Halong, un lugar que precisamente ha sido recientemente nombrado como una de las siete maravillas naturales del mundo, y tenía muchas ganas de poder descubrirlo en persona.

Haríamos un minicrucero de dos días y una noche a bordo de un junco, una embarcación tradicional de la zona.

Día 4 y 5: Descubriendo la Bahía de Halong (7 y 8 de agosto)
El día amaneció completamente nublado y con pinta de ponerse a llover de un momento a otro. ¡Genial! Seguro que la lluvia, que es una constante en nuestros viajes, nos aguaría la excursión a la Bahía de Halong. Una minibus nos vino a buscar sobre las 8.00 horas con otros cuantos turistas. Antes de poner rumbo a Halong, paramos por algún hotel más a recoger a gente y cerca de las 9.00 horas iniciamos la ruta. Tres horas y media después, con parada incluida en un restaurante de carretera con tienda de souvenirs (donde paran todas las excursiones), llegamos a nuestro destino.

Como si leyera nuestras mentes de preocupación, durante el camino la guía que nos acompañó nos explicó en inglés (una de las guías que mejor inglés hablaba de todos los que nos hemos topado en Vietnam' Había algunos que no sabías si hablaba en vietnamita o era inglés :-S) que el tiempo en Halong era distinto y que solía ser bastante soleado siempre. También nos contó cosillas sobre el lugar que en unas horas visitaríamos.

La Bahía de Halong

La Bahía de Halong está cerca de la frontera con China, a unos 170 kilómetros de Hanoi. Aunque está relativamente cerca, se tarda mucho en llegar porque las carreteras vietnamitas no son como las españolas. Suelen tener muchos baches. Por eso, entre los baches y que era una minibús adaptada al tamaño vietnamita (os recuerdo que son muy pequeñitos y menudos), Gustavo llegó con las rodillas hechas polvo al darse con el asiento delantero.

Esta bahía fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994 y destaca por la presencia de más de 2.000 islotes de roca kárstica de diferentes tamaños. Ha Long signidica 'el dragón descendente'. Según una leyenda, la bahía se creó cuando un dragón se lanzó al mar, y agitó la cola. Al golpear la tierra, formó los numerosos islotes.

Al llegar, cientos y cientos de turistas aguardaban junto al embarcadero para montar en un junco para hacer la excursión. Hacía un calor tremendo y lucía el sol como nunca. Tenía razón la guía. Allí nos recibió un nuevo guía que sería el que nos acompañaría durante todo el crucero por la Bahía. Mientras esperábamos a embarcar, aproveché para comprarme el típico sombrero vietnamita. Tenía ganas de tener uno, incluso desde antes de ir :-P

Allí había muchas mujeres vendiendo gorritos y otros recuerdos. Estaba intentando regatear cuando se acercó el guía con la intención de ayudar' Pero su ayuda no me sirvió para que me bajara más el precio. Lo conseguí por 20.000 dongs aunque al principio pedía 30.000. Nada más montar en el junco Cristina, nos dieron las llaves de nuestro camarote. Dentro del mismo, parecía como si estuviéramos en una sauna. Intentamos poner el aire acondicionado, pero el mando estaba en caracteres chinos :-O Así que al preguntar al guía nos dijo que el aire no se ponía hasta las 19.30 horas' ¡¡Pufff!! ¡Qué horror nos esperaba! En la habitación no se podía parar. Y aunque había una ventanita, no queríamos abrirla por si entraba algún mosquito'

Cuando salimos del camarote casi todo el mundo ya se había sentado en una mesa porque iban a servir la comida. Al principio teníamos sitio en mesas separadas, pero el guía movió a un hombre que viajaba solo y nos colocaron junto a una pareja de franceses empalagosos como ellos solos' Nosotros les pusimos el sobrenombre de lagartijos porque los dos tenían el mismo tatuaje: era una salamandra, aunque al principio nos pareció una lagartija, jejeje Y digo que eran empalagosos, porque al pesar del calor que hacía y que ya pintaban canas (tenían pinta de tener más de cuarenta años), estuvieron todo el viaje agarraditos de la mano o abrazados' ¡¡Qué subidón de azúcar verles!! ¡Si es que hasta para comer, no se soltaban de la mano!

Poco después de comer llegamos a la 'Amazing Cave' o la Cueva de las sorpresas, una cueva con grandes formaciones rocosas como un buda, una gran tortuga o una roca con forma de pene que es símbolo de fertilidad entre los locales. Esta era una de las visitas incluidas en la excursión, así que no teníamos que pagar por acceder dentro. Para entrar en la cueva, primero hay que ascender por unas escaleras bastante empinadas. Dentro de la cueva, seguía haciendo calor, aunque el bochornazo era más soportable que en el exterior.

Tras salir, llegó el momento de hacer kayak. De dos en dos fuimos montando en las barquitas. Disponíamos de media hora para movernos por la zona' Para nosotros era la primera vez' Así que no nos movimos muy lejos por temor a no saber cómo conducir aquello y volver al embarcadero' ¡¡Y menos mal!! ¡¡Porque aquello era muy difícil de manejar!! jejeje

De vuelta al junco, nos alejamos de la zona hasta llegar a un punto donde paró y echó el ancla. Allí pasaríamos la noche. Pero antes, llegó el momento de darse un bañito en alta mar. Con el calor que hacía, se agradeció enormemente' Incluso un grupo de indios decidió meterse en el agua, a pesar de que no sabían nada. Y entonces llegó el momento 'divertido' para los que íbamos en el junco (salvo para los indios). Y es que cuatro de los cinco indios se bañaron con el chaleco salvavidas, pero se dejaron llevar y como había un poco de corriente, casi sin darse cuenta se fueron alejando del barco' Tanto que luego no eran capaces de volver' jejeje Al final, gracias a la ayuda de algunos de los que viajaban en el junco, y parte de la tripulación, pudieron volver al barco sanos y salvos.

Si algo les gusta mucho a los vietnamitas en sus momentos de ocio eso es el karaoke. Así que después de cenar, pusieron en marcha uno, pero la mayoría eran canciones en vietnamita y alguna que otra en inglés, y las pocas que había en español, eran versiones de América Latina' Así que poco éxito tuvo el karaoke. Eso unido a que nos dijeron que al día siguiente tendríamos que estar desayunando a las 7.00 horas, poco a poco fuimos todos yéndonos a dormir.

Al día siguiente, tras un contudente desayuno, el junco inició de nuevo su navegación hacia el puerto de donde salimos el día anterior. Poco antes de llegar a puerto paramos en la isla Cat Ba porque la travesía en el junco terminaba para una pareja de vascos y una de australianos que harían noche en la isla en cuestión. La isla Cat Ba, que significa isla Mujeres y es Parque Nacional, es la mayor de las islas de la Bahía de Halong. Hay dos tipos de cruceros: el que hicimos nosotros de 2 días/1 noche que se pasa en el junco, y los que pasan 3 dias/2 noches (una en junco y otra en la isla en Cat Ba).

Como el día amaneció incluso más soleado que el día anterior, aprovechamos la navegación para seguir haciendo fotos de la Bahía. Casi cualquier rincón era digno de ser fotografiado. Finalmente a mediodía llegamos a tierra. Antes de dejar el barco, nos dieron unos sobres para que metiéramos la propina que consideráramos para la tripulación.

Al bajar del junco y justo antes de emprender el regreso a Hanoi, nos llevaron a comer un restaurante junto al embarcadero. La comida de este día, no así la bebida, también estaba incluida en el precio de la excursión.

Cuatro horas después, sobre las 18.00 horas, llegamos a Hanoi. Nada más bajar nos dirigimos a nuestro nuevo hotel: el Charming, para hacer el check-in. Los botones del Holiday nos habían llevado nuestras maletas al nuevo alojamiento.

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