Un mar que parece una piscina infinita de agua turquesa, jungla, manglares.
.. Para algunos (para muchos) será una sorpresa un tanto remota, una serie de islas que pocos asociaríamos con la imagen más templada de Japón. Son las islas del país del sol naciente que más se acercan al trópico, algo así como el remoto sur de Japón, una auténtico paraíso relativamente desconocido:
Se llaman islas Yaeyama y se encuentran a unos 1.200 kilómetros de Tokio (tal vez no sea tan lejos según se mire). Aunque están mucho más cerca de Taiwán que del corazón territorial de Japón.
La isla más grande es Iriomote, pero son varias, y todas están rodeadas de arena blanca, o bordes rocosos que siempre miran a un mar turquesa, casi como una piscina infinita de aguas cálidas. Tierra adentro, se despliega un paisaje de selva, jungla o manglares. Gran parte del conjunto de islas de Yaeyama está protegido como Parque Nacional.
De hecho, todas las islas están rodeadas de arrecifes de coral, y son un paraíso para el buceo y el snorkel, una oportunidad para ver variedad de peces tropicales, especialmente en Nakamoto Beach, en la isla Kuro, y Star Sand Beach en Iriomote
Ishigaki, donde se encuentra el aeropuerto, es la isla principal y la puerta de entrada a las islas Yaeyama. Los vuelos conectan con Naha, en la isla de Okinawa. De hecho, éstas islas son una escapada de invierno para los japoneses por su clima. Aunque la mejor época para visitarlas es a partir de marzo abril (y antes de la temporada de lluvia entre mayo y junio) y por supuesto durante el verano.