Algunas leyes de Murphy que todo viajero puede soportar

“Si algo puede salir mal, saldrá mal”… es la máxima de las leyes de Murphy, esos famosos dichos para explicar los infortunios que suelen ocurrir todos los días y de los cuales nadie se salva, ni los viajeros.

A pesar de que la mayoría de veces la experiencia de un viaje es placentera y agradable, en ocasiones ocurren eventos inesperados que pueden arruinar parte del viaje.

Te presentamos algunos casos fortuitos que a muchos viajeros les suceden y que se pueden relacionar con las fatídicas, pero muy graciosas, leyes de Murphy.

1 Si llegas temprano para tomar tu vuelo, seguramente se retrasará.

2 Las turbulencias comenzarán en el momento justo en que estás en el baño o que empiezan a servir café.

3 Tu vuelo siempre saldrá de la puerta más lejana, nunca de la 1.

4 No importa cuántas veces revises tus bolsos, el detector de metales seguirá sonando.

5 El tamaño de la fila de facturación de equipaje es inversamente proporcional al tiempo que se disponga.

6 El asiento asignado en el avión estará lo más cerca posible de un bebé llorando o de la persona más escandalosa.

7 La persona más guapa del vuelo nunca está a tu lado.

8 El tamaño de tu maleta de mano es inversamente proporcional al espacio disponible en el portaequipaje.

9 Tu maleta siempre será la última en aparecer.

10 Te aseguraste de guardar todo tan bien que no encuentras tu pasaporte.
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