¿La Venecia portuguesa? Sí, efectivamente.
Así se conoce a la pintoresca ciudad de Aveiro por los canales que atraviesan su ciudad. Es ahí donde reside gran parte de su belleza, además de que también cuenta con el viejo barrio de Beira Mar con sus casas tradicionales y los almacenes de sal de la Ría. En conjunto, es un paisaje de lo más agradable que hace que muchos turistas decidan pasar por Aveiro en cualquier época.
La ciudad está situada a medio camino entre Oporto y Coimbra, y hoy día es también famosa por su buen ambiente universitario. En Aveiro encontraremos un lugar estupendo para pasear, para contemplar la armonía de sus edificios y casas, y también para disfrutar de buenos restaurantes. Un buen consejo para recorrer esta bonita ciudad es coger una de sus bicicetas gratuitas. Es muy cómodo para pasear junto a los canales y disfrutar de su olor a sal y de su belleza.
La ciudad está dividida por un canal central que se usa como puerto de atraque de moliceiros y otras embarcaciones. Los moliceiros sirven para extraer las algas que abonan los campos. Las proas son curvas y tienen siempre colores muy llamativos y escenas de pescadores. La Ría de Aveiro, según la opinión de muchos, es una de las más bellas de toda Portugal. Está compuesta de cuatro canales ramificados que además rodean unos islotes. En esta ría desembocan los ríos Vouga, Antuã y Boco. En la Ría viven además multitud de peces y aves acuáticas. Es también un lugar estupendo para la práctica de deportes acuáticos.
También debemos destacar la iglesia de la Misericordia, que cuenta con una fachada barroca. Otra iglesia que podemos ver y visitar es la de las Carmelitas, que fue declarada como monumento nacional. La catedral de Santo Domingo, del siglo XVI, puede ser otra opción en nuestro paseo por Aveiro. Y finalmente, el actual Museo de Aveiro, donde podremos contemplar algunas de las mejores esculturas de todo el país.
La Praça do Peixe es un lugar ideal para comprar pescado fresco. Además, cuando cae el sol, se llena de universitarios con ganas de pasarlo bien. Bares y restaurantes con encanto no nos faltarán en Aveiro. Sus playas tampoco. Las playas de Sao Jacinto y Da Barra son de una gran belleza. El barrio de Beira Mar, que antes mencionábamos, está impregnado de la esencia de la ciudad por sus viejas casitas y su olor a sal. Los azulejos que hay en toda la ciudad, son lamedor muestra de la arquitectura de Aveiro y un paseo por su historia.
Una opción muy agradable si llegamos hasta Aveiro es dar un paseo hasta Águeda en el tren de vía estrecha. No tardaremos más de media hora en llegar y no nos arrepentiremos. Otros lugares muy interesantes que se encuentran cerca y que merece la pena visitar son Costa Nova y Vagueira.
Y naturalmente, no podemos olvidarnos de dar un paseo en barca por los canales de Aveiro, será un momento inolvidable y un recorrido muy agradable para disfrutar del buen ambiente de la ciudad. Aveiro no es ni mucho menos como Venecia, aunque así se la conozca, pero sin duda, es una localidad muy pintoresca y peculiar que no decepciona a ninguno de sus visitantes y turistas. Su encanto hace que sea uno de los lugares más recomendables en nuestro paso por el país vecino, y una ciudad para olvidarnos del tiempo y del reloj.