Nunca me gustó la tan repetida expresión “la Universidad de la Vida”, aunque comparta su sentido.
Hay ciertas lecciones que sólo aprendes mediante vivencias e iniciativas personales y, en este inacabable proceso de formación, viajar tiene un papel fundamental. A continuación exponemos 5 de los descubrimientos a los que todo buen viajero llegará tarde o temprano.
1.- Los prejuicios son falsos.
A todos nos metieron en la cabeza toda una serie de ideas preconcebidas de pueblos y países. Es una manera fácil y rápida de interpretar el mundo, un modo infantil de poner una etiqueta sobre millones de personas. Un prejuicio es esa primera idea que te viene a la cabeza cuando se cita una nacionalidad. No importa que jamás se haya estado en ese país o se haya establecido una conversación con uno de sus habitantes, demasiada gente cree el estereotipo como una idea propia y verdadera a pesar de que obviamente ha sido inculcada por su entorno o los medios de comunicación. Visitar un lugar o país en concreto hará que puedas juzgar por ti mismo, con criterio, de acuerdo a tus vivencias. Y apuesto a que te llevarás una sorpresa porque las sentencias dogmáticas son siempre erróneas.
2.- No hay tantos peligros ahí fuera.
Mi abuelo siempre decía que hay dos tipos de persona: los que son solución y los que son problema. El viajero sabe que abundan mucho más los de la primera categoría. Salir de nuestro círculo de seguridad del día a día hará que te relaciones con gente nueva. Y cualquier viajero (que no se encierre en su grupo de acompañantes) se habrá dado cuenta que en cualquier circunstancia o lugar siempre habrá alguien que te tienda la mano si lo necesitas. Es un hecho que nos inculcaron que el desconocido es sospechoso hasta que se demuestre lo contrario. Viajar te hará ver bondad en la gente y hará que tengas ganas de corresponder la ayuda que te brindaron.
3.- Puedes confiar en ti mismo.
En un viaje deberás afrontar imprevistos y tomar decisiones en lugares en los que no te manejas habitualmente. Te vas a perder, te vas a equivocar, te vas disgustar en algún momento y hasta puede que discutas con tu pareja o acompañante. Todo esto es un proceso positivo ya que aprenderás a tolerar tu frustración, negociar y adaptarte a nuevas situaciones. Con un poco de valor siempre se sale adelante y esto te enseña que eres capaz de afrontar y superar dificultades de forma independiente. Confiarás en ti, te querrás más.
4.- Debes ser más humilde. Banderas y fronteras.
Orgullos nacionales. Menosprecio hacia el país vecino. Viajar te ayudará a respetar al forastero porque cuando estés en su territorio, el extraño vas a ser tú. Si te integras en su cultura, en lugar de limitarte a ver monumentos, todas las grandes diferencias que creías tener se irán disolviendo como una aspirina. La verdad es que somos mucho más parecidos de lo que nos creemos, pero aceptarlo supone el esfuerzo de salir a conocer y abrirse de mente.
5.- Relativizas lo material.
Si has tenido el coraje o la oportunidad de hacer un viaje largo con poco presupuesto te darás cuenta que necesitas muy poco para avanzar. Ése es el espíritu del viajero low-cost: ceder comodidades a cambio de vivencias. Pasado cierto tiempo, es probable que llegues a la conclusión de que viajar es la mejor inversión porque es lo único que te enriquece como persona. Además, si viajas con tu pareja o amigos te darás cuenta que el verdadero valor está en las personas que te rodean.