Cinco razones para viajar a Menorca

En las Islas Baleares hay un destino que está en boga: la isla de Menorca.

Lo está porque está menos masificada y construida que Mallorca, porque es el símil de Ibiza cuando te haces un poco mayor. Porque es una isla irresistible y además de unas playas de impresión, podemos disfrutar de naturaleza, pueblos con encanto, deporte y el siempre delicioso aislamiento de una isla.

Por eso, hoy os daremos cinco razones para viajar a Menorca; razones de peso como sus arenales o planes irresistibles que hacer en este hermoso lugar.

Sus playas

Por supuesto y especialmente, Menorca destaca por sus preciosas playas. Dignas de cualquier anuncio del Caribe, su arena blanca, aguas cristalinas y en ocasiones, grandes rocas, son una auténtica delicia. Para llegar a muchas de ellas hay que ir a pie, caminos que son preludio de pequeños paraísos. Imprescindibles Cala Turqueta y Macarella.


Turismo activo

Paseos en kayak, submarinismo, avistamiento de aves, parapente, cicloturismo, turismo ecuestre, vela o excursiones marítimas componen una carta amplia y variada de turismo activo para poder elegir como plan en tus vacaciones en Menorca. Además, en un entorno de excepción.


Cova de'n Xoroi

Este local es único y por eso, no puede faltar como recomendación especial a la hora de visitar Menorca. Se trata de un lounge bar que tiene la particularidad de estar situado en una cueva que da al mar, como algún monasterio chino que aparece en todas las listas de los lugares más curiosos del mundo. Aunque hay que pagar una entrada, un día es un día, y ver el atardecer con un mojito en semejante lugar se antoja como un plan irresistible. Casi tanto como el resto de la isla.

Aunque si queréis hacerlo como auténticos menorquines, no os tomaréis un mojito, sino un combinado hecho con una ginebra elaborada en la isla (Gin Xoriquer) y limonada. Esta bebida recibe el nombre de 'Pomada'.


Fornells

No dejes oportunidad de visitar el típico pueblo de pescadores en Menorca de Fornells. Una visita recomendable, cuyas señas de identidad son sus casas de fachadas de color blanco y el precioso enclave natural en el que está situado, su bahía. A lo largo de todo su paseo marítimo encontraréis una amplia variedad de restaurantes donde probar su plato más preciado: la Caldereta de Langosta.

Ruta Talayótica por Menorca

Este destino es también apasionante en lo que se refiere a su Historia. Lo es porque cuenta con monumentos prehistóricos que la convierten en un museo al aire libre. Entre ellos, destacan las Navetas, antiguas construcciones funerarias colectivas cuyo ejemplo más representativo es la Naveta d'es Tudons y los poblados formados por diferentes construcciones como los talayots, que son torres troncocónicas de piedras en seco cuya función era el control del territorio circundante (os recomendamos la visita al poblado talayótico de Trepucó), los recintos de taula y los círculos de habitación, como el Círculo Cartailhac de Torre d'en Galmés.
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