Si hay algo que distingue al estado de Oaxaca, además de sus tesoros culturales, es la geografía privilegiada con la que cuenta.
De tal modo que, quienes viajan a esta entidad del sur del país, además de conocer hermosas ciudades coloniales y sitios arqueológicos de gran relevancia, tienen la oportunidad de descubrir atractivos parajes costeros.
Playas casi vírgenes, kilómetros de costeros paisajes y algunas de las bahías más espectaculares del Pacifico Mexicano, es lo que pueden hallar quienes vacacionan por estos rumbos oaxaqueños.
Simplemente, las bahías con las que cuenta Oaxaca, bastan para estructurar una travesía variada y por demás disfrutable. Se trata de rincones costeros con un ambiente placido y un clima estupendo que satisface plenamente las necesidades de descanso y solaz de los visitantes.
Bahía Tangolunda, por ejemplo, tiene 243 hectáreas en donde se levantan hoteles de gran categoría, zonas comerciales y un campo de golf profesional. Lo más hermoso de esta bahía oaxaqueña, son sus playas: Rincón Sabroso, Tangolunda, Tornillo Manzanillo y Ventura.
Bahía de Conejos, es la segunda área hotelera más importante en Huatulco. Es un sitio en donde también abundan excelentes complejos hoteleros. Las playas más atractivas de esta bahía son: Tejoncito, Arena, Punta Arenas y Conejos.
Bahía Cacaluta
Se trata de una bahía en forma de corazón y belleza impactante. En ella se filmaron varias escenas de la película “Y tu mama también”. Quienes visitan este lugar, tienen la oportunidad de vivir una experiencia de película.
Bahía Chachacual
Es una bahía oaxaqueña que se distingue de las demás por su profusa vegetación de selva baja y los muchos manglares que allí crecen.
Constituida en una reserva ecológica, atesora playas vírgenes de enorme belleza, como Chachacual y La India, las cuales se definen por su tersa arena y templadas aguas.
Bahía de San Agustín
Es tiempo de comentar acerca de otra de las bahías oaxaqueñas más admirables: toda una garantía de disfrute turístico para quien la visite. Se trata de la bahía más alejada de la zona de Huatulco. Se encuentra protegida por islas rocosas y poderosos acantilados que nos anticipan un gran espectáculo: el de La Bufadora.
Esta última es una cueva que se encuentra al fondo de un acantilado y en donde eventualmente se filtra el agua del océano. Posteriormente es expulsada con gran fuerza por el oleaje, a una altura de diez metros.
El sonido que produce este fenómeno, es similar al bufido de un animal y de allí le viene su singular nombre.