Cocoa Island es una isla privada perteneciente a una cadena hotelera.
Playas de arena blanca y aguas cristalinas esperan a los turistas que quieran disfrutar del relax y el descanso por unos días
Para distintas religiones, el paraíso es el idílico lugar donde nos dirigimos una vez que hemos culminado nuestro paso terrenal, siempre y cuando tengamos méritos suficientes como para merecerlo. Pero también existen muchos paraísos aquí en la Tierra, lugares maravillosos al alcance de los turistas con ganas de descubrirlos. Muchos de estos lugares se encuentran en pleno océano Índico, en las Maldivas, un país compuesto por más de 2.000 islas.
Poco más de dos centenares de estas islas se encuentran habitadas, incluso en algunos casos su propiedad es privada. Es el caso de Cocoa Island, una isla que pertenece a una gran compañía hotelera. La empresa ha aprovechado el privilegiado entorno de la isla, y su clima tropical, para incorporarle todo tipo de instalaciones hasta conseguir un complejo turístico prácticamente sin igual. El resultado es un lugar perfecto para disfrutar de unas vacaciones inolvidables, donde el relax y el descanso están garantizados.
Para imaginar cómo serían unos días de descanso en Cocoa Island, conocida de forma local como 'Makunufushi', sólo tenemos que cerrar los ojos y ver cómo caminamos sobre una playa con la arena más blanca que jamás hemos pisado, mientras nuestros pies son acariciados por el agua cristalina e impoluta. Todo es tranquilidad y armonía, nadie nos disputa un lugar para la sombrilla ni nos salpica de arena.
Un bello bungalow a pie de playa es el alojamiento que nos espera, si finalmente nos decidimos a visitar este lujoso destino turístico de primer nivel. Estas cabañas, de apariencia exterior rústica, nos ofrecen en su interior todas las comodidades y equipamientos característicos de los hoteles más cotizados y lujosos del planeta.
En Cocoa Island existen múltiples actividades para realizar, que harán parecer muy breve cualquier estancia por prolongada que sea, evitando que el descanso sea sinónimo de aburrimiento. Una de las propuestas es disfrutar de la gastronomía en los diversos restaurantes repartidos por la isla, mientras nuestros ojos se deleitan con las maravillosas vistas que ofrece el entorno.
Los aficionados al submarinismo pueden practicar esta actividad deportiva en dos arrecifes privados. Por su parte, los más aventureros podrán conocer el interior de la isla, participando en excursiones organizadas, o sus alrededores, paseando en bote sobre las transparentes aguas que la circundan. Si el objetivo del viaje es acabar con el estrés acumulado durante bastante tiempo, sólo hay que hacer una visita al centro de relajación y spa.