Todos, en algún momento de nuestras vidas, nos hemos hospedado en algún hotel, ya sea porque estamos de vacaciones o en un viaje de negocios, y aunque no existe propiamente un reglamento para los huéspedes, sí existen ciertas normas de urbanidad que se deben seguir si no quiere ser calificado como persona non grata. Recuerde que un hotel es una empresa prestadora de servicios, es decir, cuando alquila una habitación, no se convierte en el dueño de la misma ni de las instalaciones.

Si infringe alguna de sus reglas, seguramente pagará un cargo extra. Debe acatar, por ejemplo, los horarios de check-in y check-out; no insista en querer ocupar la habitación antes o abandonarla después de la hora establecida. Los hoteles se toman ese tiempo para tener listo el cuarto para el próximo ocupante. Si llega antes, es muy probable que no puedan asignársela porque no está limpia y si la deja después, podrían cobrarle una noche extra.

Durante la estancia, respete los espacios destinados para fumar. Si desea hacerlo en la habitación, desde que hace su reservación debe aclarar que requiere un cuarto para fumadores, porque si lo hace en un sitio prohibido, pueden activarse las alarmas contra incendios y ocasionar un grave problema.

Las amenidades (champú, gel de ducha, etcétera) están incluidas en el precio, por lo que, si no resiste la tentación de llevarse alguna a casa, ya sea porque son de una marca que le encanta o porque tienen un aroma delicioso, puede hacerlo, pero si se lleva una toalla, ganchos para ropa o una bata de baño, eso ya debe ser considerado como robo.

Si por alguna razón, personal o profesional, recibe alguna visita en la habitación, esta no podrá quedarse a pasar la noche. Para evitar malos entendidos, es mejor atenderla en el business center o en alguno de los restaurantes.

Por lo general, los hoteles cuentan con cajas de seguridad dentro de los cuartos, de las cuales solo usted conocerá la combinación. Si va a salir, no deje nada al azar y asegúrese de guardar ahí sus objetos de valor o deposítelos en la recepción. Si no lo hace y, en el peor de los escenarios algo desaparece, delo por perdido, porque no le reembolsarán su valor.

A menos que sea establecimiento pet friendly, no podrá tener animales en el cuarto.

Mientras sea huésped, podrá usar instalaciones como piscina y gimnasio, pero cuide el equipo y no malgaste los recursos. Si nota algún problema, infórmelo al personal. Finalmente, aunque su plan sea divertirse, tenga consideración de sus vecinos de hotel.

No grite en los pasillos en la madrugada ni tenga muy alto el volumen de la televisión o del reproductor de sonido.