Holbox, isla de pequeño tamaño localizada en el norte de la península de Yucatán, es de gran interés turístico. Uno de sus atractivos se relaciona con ser un importante santuario del tiburón ballena. Esta isla encantadora es el destino perfecto para las personas que gustan de contemplar la naturaleza, y para todos quienes busquen experimentar un ambiente tropical y tranquilo, en uno de los últimos lugares verdaderamente paradisiacos que quedan en el mundo. Holbox, con sus 42 kilómetros de largo y 2 kilómetros de ancho, nos brinda 36 kilómetros de preciosas playas, de blanca arena y cálidas aguas.
Localizada en el interior de la Reserva Natural Yum Balam, la Isla Holbox es parte de una de las zonas de protección ecológica más relevantes del continente, la cual sirve como refugio para una gran cantidad de especies y diversos ecosistemas sumamente valiosos. La Isla Holbox se encuentra justo en donde confluyen las corrientes del Mar Caribe y del Golfo de México. Se trata de un sitio de gran riqueza ecológica y el hogar de los seres más exóticos de las profundidades: quienes bucean en las aguas de Isla Holbox tienen la oportunidad de contemplar en su ambiente natural tiburones ballena, mantarrayas, delfines, langostas, tortugas marinas, pulpos y muchas especies más. En este mismo sentido, entre la Isla Holbox y tierra firme se encuentra la laguna Yalahau, sitio predilecto de más de 150 variedades de aves, peces y reptiles.
A la Isla Holbox solo puede arribarse por vía terrestre, es decir, dos horas y media de recorrido desde
Cancún; o por vía aérea, en avioneta, lo cual tiene implica una travesía de 20 minutos de duración. Desde los días de los antiguos mayas, Holbox ha sido un sitio cuya hermosura extraordinaria, y ambiente calmo, han hecho las delicias, tanto de sus habitantes, como de quienes simplemente han visitado este lugar magnífico. Por cierto, el nombre de Holbox deriva de una palabra maya que significa "Hoyo negro", lo cual es una referencia al oscuro tono de las aguas de la Laguna Yalahau.
En la actualidad se ha logrado hacer de la Isla Holbox un buen destino turístico, pero procurando siempre mantener su esencia silvestre y pura. La comunidad de Holbox cuenta con unos dos mil habitantes, la mayoría de ellos pescadores. Las calles del pueblo son de arena blanca y las casas coloridas, con techos de palapa, al modo caribeño. Las personas se trasladan en Holbox caminando, conduciendo un carrito de golf o en bicicleta.