Los humedales pueden ser considerados como los ecosistemas nacionales de mayor fragilidad y vulnerabilidad.
Pero así también, son fuentes inagotables de sorpresas para los viajeros. Por ejemplo, en los humedales del estado de Sinaloa, acostumbran llegar cientos de aves migratorias, en busca de reposo, alimentos y refugio, en su ruta hacia el sur del continente. Grandes parvadas de pelícanos blancos y de patos, revoloteantes grupos de playeros, chorlos y golondrinas, todos ellos dependen en gran medida de la existencia de esta reserva natural mexicana.
Un buen consejo para visitar la zona ecológica de El Mezcal, en el territorio sinaloense, es hacerlo navegando en kayak. Desde El Mezcal los viajeros pueden seguir la red de canales que conducen hasta el área abierta del estuario, donde se tiene una perspectiva envidiable del Cerro del Muerto. Se trata de un ícono paisajístico de Escuinapa. Los visitantes, en ocasiones, se sorprenden allí con el vuelo imponente del águila pescadora, o bien, con el caprichoso descanso de las iguanas verdes tomando el sol en el dosel de los manglares de mayor altura.
Garzas cucharones, espátulas rosadas, cocodrilos acechantes: en los humedales de Sinaloa, cada nuevo avance en el kayak nos presenta nuevos descubrimientos ecoturísticos. Además, los guías de El Mezcal ofrecen a los turistas valiosa información acerca del entorno. Por ejemplo, la relevancia que tiene el mangle para la supervivencia de este ecosistema.
De entre los mangles más importantes sobresalen el de botoncillo, el rojo, el negro y el blanco. Si no se les tala, se favorece la presencia de crustáceos, peces y moluscos. Por lo que se refiere a los peces, son abundantes en los humedales, especies como los pargos, meros, corvinas y robalos. Estas variedades de peces se dan mucho en la zona de humedales de Teacapan.
Si se emprende un viaje a los humedales de Sinaloa, para la práctica del kayak y la observación de las especies de animales y plantas de la zona, aconsejamos navegar por otras zonas de mangle muy propicias para fines turísticos, como Calihuey, El Guanacaste, Las Conchitas, El Maíz, Las Milpas, Las Pirámides, Las Lagunitas, Isla Pájaros, y el Santuario de las Aves.
Los lugareños, por ejemplo, las personas que administran el centro eco turístico El Mezcal, han sabido aprovechar de manera respetuosa, los atractivos silvestres de su entorno. La verdad es que esta reserva ecológica mexicana, de más de 45 mil hectáreas, es un auténtico tesoro que vale la pena preservar.