En el noroeste de Sonora se encuentra una peculiar región volcánica que atrae la mirada del mundo entero: El Pinacate.
Dominado por el dorado del desierto en que se encuentra, es una zona repleta de impresionantes cráteres volcánicos por los que el visitante puede pasear y ser testigo de la magnificencia de la naturaleza. Ya que su configuración hace pensar en la luna, ha sido centro de estudios y laboratorio para que el hombre comprenda al satélite natural de nuestro planeta.