La Isla de Lobos con 2,5 kilómetros cuadrados de extensión es un paraíso para los amantes del mar y sus actividades.

Se encuentra situada en el Golfo de México, unas 18 millas al este de Tamiahua, en el estado de Veracruz. Esta isla es la más septentrional que podemos encontrar en el Golfo de México y destaca por sus espectaculares aguas de color turquesa, óptimas para la práctica del buceo.

Un paraíso que sin duda invita a la relajación. Hace pocos días leíamos el testimonio de Nacho Barbero->www.pokerstars.es/team-pokerstars/jose-ignacio-barbero/], un conocido jugador profesional de [Texas Hold’em que afirmaba que las playas mexicanas habían cambiado su vida. Barbero relataba como tras unas semanas en las paradisiacas playas de México, había logrado un estado mental que lo convertía en una persona más ordenada y que incluso había mejorado su juego en el póker. Sin duda Isla Lobos podría encajar perfectamente con la descripción del jugador argentino.



Este lugar fue declarado en junio de 2009 Área Natural Protegida por la riqueza de su fauna y sus corales. Principalmente los visitantes que se acercan a la isla lo hacen para disfrutar del buceo o la pesca en sus alrededores. Para que el visitante pueda acceder a ella se necesitan los correspondientes permisos gubernamentales, de los que se encargan las empresas de buceo que actúan en el lugar.

La isla se puede recorrer en poco más de media hora. Aunque la fauna que puede encontrarse sobre ella es escasa, es un lugar ideal para acampar y disfrutar de su ambiente salvaje y la tranquilidad de su playa. La única construcción que puede encontrarse es un faro que permanece encendido durante la noche.



El recorrido desde Tamiahua a Isla Lobos se realiza en una o dos horas en función de las condiciones que ofrezca el mar. En principio son dos las empresas en Tamiahua que cuentan con los permisos para ofrecer los servicios de buceo, si bien los visitantes en ocasiones acuden a otras lanchas que les transportan a realizar su actividad con un coste bastante más bajo, eso sí, hay que tener en cuenta que la comodidad no es la misma y que al carecer de los permisos necesarios, se corre el riesgo de que las autoridades correspondientes les impidan llevar a buen fin su excursión.




En lo que se refiere al buceo la zona es un auténtico paraíso. Con las aguas más templadas y claras del Golfo de México, disfrutar de los arrecifes que rodean la isla es un auténtico placer. Por sus condiciones ofrece una amplia gama de posibilidades, con aguas poco profundas en las que los principiantes pueden iniciarse en el buceo desde los 3 metros de profundidad, hasta los lugares para los expertos que alcanzan en torno a los 30 metros.



A partir de ahí se pueden elegir otras actividades aún más emocionantes como puede ser el buceo entre barcos hundidos, la práctica nocturna o disfrutar de la emoción del buceo junto a los peces más grandes del mundo, los tiburones ballena, aunque esta última modalidad solo se puede realizar en los meses de junio, julio y agosto. En estos dos últimos meses también tiene lugar el desove de tortugas en la isla.



Otra opción es desplazarse hasta la Plataforma Tiburón que se encuentra a 40 minutos al este de la isla. El buceo entre los hierros de la plataforma petrolífera es espectacular por la cantidad de fauna que allí se refugia y se alimenta en el coral que se adhiere a la estructura. Este lugar es para buzos más expertos y es impactante encontrarse nadando entre grandes especies como tiburones, barracudas, atunes, morenas, sábalos, meros, mantas, delfines o jureles.

En definitiva se trata de un lugar ideal para los amantes del buceo y que se ajusta a cualquier nivel de experiencia.