Las pequeñas calles medievales del centro de la ciudad son testigos de la rica historia.
En el campo puede probar los excelentes productos locales, el aceite de oliva y el vino casero.
La pequeña y animada ciudad turística en la costa eslovena les invita a ser visitada. La especial arquitectura del centro muestra la variada historia de la ciudad que, antiguamente, se encontraba en una isla. La tradición de la pesca está presente aún hoy en día en la oferta turística de Izola, así como también en su gastronomía. Camine por uno de los muchísimos senderos y conozca también la campiña.
La parte antigua de la ciudad se sitúa en lo que fuera una isla que ya se encontraba habitada en el siglo I D.C. y se unió más tarde al continente con un puente de piedra. El centro se hallaba rodeado de un muro que fue demolido a principios del siglo XIX y estas ruinas se utilizaron para rellenar el mar entre la isla y el continente.
A principios del siglo XIII Izola declaró su independencia y pasó a ser una ciudad con su propio gobierno y leyes.