No comentaremos acerca de una comunidad en específico del estado de Campeche.
De hecho, la ciudad de Jipijapa, se localiza lejos del territorio mexicano, en el país hermano de Ecuador. No obstante, un tradicional estilo de sombrero, al cual se ha denominado de esa manera, se elabora por artesanos expertos en tierras campechanas, con una calidad sobresaliente y enorgullecedora.
Las tradiciones artesanales que se cultivan en el estado de Campeche, manifiestan la mezcla de ciertas habilidades prehispánicas combinadas con tecnologías y formas de trabajo propias de los países europeos. El resultado son creaciones tan atractivas como los sombreros {jipijapa} que se elaboran en el estado de Campeche.
En Bécal, en la parte trasera de casi todas las viviendas, hay cavernas naturales de roca caliza que son utilizados como talleres en donde los artesanos mayas convierten sencillas fibras de palma en los atractivos sombreros que han hecho célebre a esta comunidad.
Por el hecho de que la Península de Yucatán es sumamente calurosa y las hojas de palma se tornan quebradizas bajo la luz solar, los artesanos tejedores de Bécal se ven obligados a trabajar en estas húmedas cavidades subterráneas, para así preservar la flexibilidad de las fibras. Con ello garantizan mantener más ajustadas las hojas y así darle forma a los jipijapas, es decir, los sombreros de mayor calidad en la región.
No obstante, aunque muchos pensarían que estos extraordinarios sombreros se venden a los habitantes de Campeche y de la Península de Yucatán en general, lo cierto es que quienes más compran los finos sombreros jipijapa son turistas extranjeros, sumamente conocedores y capaces de valorar el fatigoso proceso que implica su elaboración. Realmente es admirable la manera en la que los artesanos y las artesanas de Campeche, a partir de simples fibras de palma, crean sombreros tan gratos, elegantes y duraderos.
En la comunidad campechana de Bécal, se producen sombreros jipijapas (llamados {panamá} en inglés) de una calidad excepcional. Se cuenta que fue un sacerdote de nombre Ignacio Berzunza, quien llevó a Bécal, en 1859, un tipo de palma procedente de Guatemala de fibras fuertes y flexibles. Posteriormente una familia de Bécal cuyo apellido era García, comenzó la fabricación de jipijapas con las fibras de esta misma clase de palma.
Existen varios tipos de jipijapa, de entre los cuales sobresalen el de estilo cubano, yucateco, sevillano, veracruzano y tejano. Curiosamente otros estilos llevan el nombre de famosos personajes como Al Capone o Truman.