El Mediterráneo es uno de los rincones más bonitos del mundo. No hay muchos lugares donde el clima sea agradable, la gastronomía sea sinónimo de salud y dónde se mezcle a la perfección paisajes de mar y montaña. Italia, como España, es un país que puede dar buena cuenta de los placeres de este mar y la cultura que viene ligada al mismo. Es por eso que hoy queremos enseñarte algunas de las islas italianas que, a nuestro parecer, son de las más bonitas del país.
Panarea
La isla más pequeña y geológicamente más antigua del archipiélago volcánico de las Eólias. Es tan bonita que ha sido escenario de películas como La aventura de Michelangelo Antonioni (1960); aquí la espesa vegetación mediterránea y los acantilados son la alternativa a pequeñas calas y pueblecitos de casas blancas. Panarea es el destino perfecto para unas vacaciones en velero para descubrir también las islas de los alrededores. Lo más curioso es el contraste que se crea entre la la sofisticación de los visitantes con la belleza sencilla de la naturaleza.
Isla de San Pietro, Cerdeña
San Pietro, con el genuino casco antigio de Carloforte, es una isla espléndida a la que se llega tras media de barco desde Portovesme o Sant’Antiaco, y a una hora de distancia de Cagliari. La peculiar historia de este lugar, salpicada de diversos asentamientos y colonizaciones ha quedado patente en el extraño dialecto que hablan sus habitantes y la sabrosa comida que fusiona todos los sabores del Mediterráneo. Las playas son fantásticas y el pueblo está lleno de vida y colores, pero conviene evitar ir en el mes de agosto ya que la isla se llena de turistas.
Favignana
Parte de las islas Egadi, en la provinvia de Trapani, Favignana es muy conocida por sus increíbles playas, en particular Cala Rossa, elegida recientemente como una de las mejores de Europa. El centro de la ciudad es una delicia, mientras que en el interior se puede pasear en bici en busca de la baia perfecta y de piscinas naturales donde relajarse… y esperar a que piquen los peces para la cena.
Isla de Elba
70 bonitas playas rodean a esta isla, donde Napoleón (estuvo aquí exiliado) podría haber pasado el tiempo tranquilamiente relajándose entre baños y horas de sol. Se pueden encontrar calas de todo tipo: de arena fina o de rocas volcánicas como la de Fetovaia al sur y la de Scaglieri al norte, la mejor para ver las puestas de sol.