Los 10 mejores parques naturales de Europa

En Europa hay centenares de parques naturales, algunos incluso han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por al UNESCO.

Hoy cogemos la mochila y las botas de montaña para dar un paseo por estos espacios protegidos y descubrir los mejores parques naturales del continente. Desde España, hasta Suiza pasando por Islandia, en el camino nos encontraremos con glaciares, bosques de árboles milenarios, tierras volcánicas y montañas que el viento ha ido cincelando hasta crear formas imposibles.

Lagos de Plitvice (Croacia)
Formado por 16 lagos interconectados, este parque natural podría considerarse un verdadero paraíso del agua en el que el verde de las hayas se mezcla con los diferentes colores de los lagos: gris, turquesa y azul. Fue declarado espacio protegido en 1949 por la antigua Yugoslavia, por lo que hoy los Lagos de Plitvice son 300.000 hectáreas libres de contaminación y de la acción del hombre.

Si se tiene ocasión, es mejor visitar este parque entre semana, cuando la afluencia de turistas es menor y se puede disfrutar de un silencio absoluto únicamente interrumpido por el rumor de las cascadas (el más impresionante es el Veliki Splat) y saltos de agua. Se puede llegar en autobús desde Zagreb o Zadar.

Parque nacional de Oulanka (Finlandia)
El Parque Nacional de Oulanka, en la parte norte de Finlandia, cambia de aspecto con las estaciones, pero la espectaculidad de sus paisajes se mantiene durante todo el año. Estas tierras, que se extienden a lo largo de 270 km cuadrados, fueron habitadas hasta el siglo XVII y desde 1956 son consideradas espacio protegido. Aquí viven más de 500 especies vegetales, centenares de pájaros distintos, ardillas, osos y linces, entre otros animales. Durante el verano, se pueden ver numerosas mariposas en la orilla del río y el paseo se puede convertir en una ruta para recoger setas o frutos rojos.

Göreme, Capadocia (Turquía)
Sobrevolar la Capadocia en globo es viajar a otro mundo. Concretamente a uno en el que siglos de erosión han creado valles rodeados de chimeneas con formas imposibles. En esta zona de Turquía, uno de los territorios más famosos (y fotografíados) es el Parque Nacional de Göreme, que esconde casas e iglesias excavadas en la roca. Técnicamente el parque no se encuentra en Europa, pero es tal la proximidad que es inevitable pensar en una escapada a esta tierra llena de misterio, silencio y que es aún más bonita con las luces de primera hora de la mañana, el momento perfecto para hacer despegar el globo.

Timanfaya, Canarias (España)
Sabemos que estas montañas rojas son las del Parque Nacional de Timanfaya, pero bien podrían ser las de Marte. El amplio abanico de tonos rojos y marrones que se concentran hasta llegar al negro de las cenizas volcánicas es una de las características más destacadas del tercer parque más visitado de España y el segundo de Canarias. Este espacio de más de 51 km cuadrados de extensión y en el que viven más de 180 especies vegetales, fue declarado Parque Nacional en 1974 y reserva de la Biosfera en 1993.

Además de recorrer los paisajes llenos de sorprendentes formaciones rocosas de Timanfaya, puedes comer carne cocinada con el calor que emana de los cráteres.

Parque nacional Saxon Switzerland (Alemania)
Dicen que uno de los amaneceres más bonitos del mundo es el que se ve desde el puente del Parque Nacional Saxon, en la Suiza sajona. El río Elba atraviesa estas enormes y escarpadas rocas que sólo los más valientes se atreven a escalar. Pero la actividad más común en este parque es el senderismo: hay rutas preparadas para atravesar el valle que forma el río, las gargantas y los bosques de coníferas.

Parque nacional de Vatnajökull (Islandia)
Islandia es la tierra del fuego y el hielo, donde los destellos translúcidos de los glaciares compiten con el fulgor rojo de la lava volcánica. Esta diversidad geológica es la que da vida al Parque nacional de Vatnajökull, que con 12.000 km cuadrados es el parque natural más grande de Europa y ocupa entre 12-13% de la isla. Años de erosión han tallado cuevas imposibles en los glaciares de Islandia y en su interior, los juegos de luces son realmente únicos.

Los paisajes de este parque natural se pueden ver haciendo cualquiera de las rutas guiadas que hay a disposición de los visitantes. Para los más aventureros, ¿qué tal una sesión de escalada en el hielo?

Parque nacional de Triglav (Eslovenia)
Coronado por el monte homónimo, el de Triglav es un parque natural aún poco explorado por el turismo, lo que lleva a imaginarse una naturaleza salvaje e intacta. Aún desconocido, este territorio cuenta con muchas rutas de senderismo y escalada que los aficionados a estos deportes sí conocen. Entre las enormes montañas, se pueden encontrar pequeños pueblos y hotelitos preparados para estos excursionistas. La principal atracción es el monte Triglav, de 2.864 metros de altura y conocido entre los eslovacos como 'el monte de tres cabezas' y entre los italianos (el parque está en la frontera con Italia) como el monte tricornio.

Lake District (Inglaterra)
Lake District o Distrito de los lagos es el Parque nacional más grande del Reino Unido y por lo tanto uno de los más populares entre los ingleses. Visitar este conjunto lagos insertados entre verdes montañas es como viajar al siglo XIX: puedes pasear por tranquilos pueblos ganaderos, cruzarte con alguna que otra oveja por los caminos y disfrutar de la atmósfera romántica que envuelve estos valles y que ha inspirado a varios poetas ingleses a lo largo de la historia.

Las Dolomitas (Italia)
Aunque tocan otras regiones, estas montañas se extienden principalmente por las tierras de Belluno. Aquí muchos pueblos viven del turismo, principalmente de los esquiadores y escaladores que buscan altas montañas como la Marmolada (de 3.342 metros) para olvidarse de la ciudad y reconciliarse con la naturaleza. A pesar de que Las Dolomitas forman parte de los Alpes, sus paisajes poco tienen que ver: se caracterizan por los enormes valles cubiertos de bosque y salpicados de lagos y ríos como el Piave.

Parque nacional de Jostedalsbreen (Noruega)
Sólo hay que pararse junto al glaciar Jostedal, el más grande de Europa para darse cuenta de lo que pequeño que es el ser humano comparado con la grandiosidad de la naturaleza. Contemplar con admiración las montañas de hielo del Parque natural de Jostedalsbreen es un acto de humildad. Lo más impresionante son las cascadas de hielo, los 'brazos' del glaciar que se estienden por los valles. ??stos llevan años siendo la atracción de los escaladores, aunque a causa del deshielo, actualmente está probihido hacer montañismo en los glaciares.

Es difícil hacer una selección de sólo 10 parques nacionales europeos, pero estamos abiertos a que nos mandes otros parques dignos de ser clasificados como 'los mejores'. ¿Sueles hacer turismo por los parques naturales? ¡Cuéntanos tus experiencias y los paisajes más impactantes que hayas visto!










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