Una de las playas más atrayentes de las costas oaxaqueñas, también es la zona donde mora una comunidad campesina dedicada al turismo alternativo y a la protección de las especies de la región.
En efecto, Mazunte, en Puerto Escondido, territorio oaxaqueño es un verdadero paraíso donde se cuida de la conservación de criaturas como la tortuga golfina y también de su hábitat particular.
Y si bien Mazunte no es una playa escondida- un espacio playero secreto y reservado solo para algunos viajeros expertos- se trata de un foco vacacional que todavía conserva una sutil atmósfera de sitio apartado, limpio, natural e inocente, como si el tiempo allí se hubiera detenido en los primeros instantes del planeta.
Los habitantes del lugar, quienes hasta hace pocas décadas se dedicaban exclusivamente a la cacería de tortugas, han guardado sus machetes, para, en lugar de eso, construir un verdadero museo de vida, en el que se exponen los tipos más importantes de tortuga marina que existen en el territorio mexicano.
Allí también se ha montado una modesta pero eficiente industria de cosméticos y productos de belleza naturales, fabricados con plantas y otros elementos silvestres propios de la región.
Además, los moradores de Playa Mazunte realizan recorridos en lancha en las tardes y los vacacionistas con más fortuna pueden hallar tortugas y jugar con ellas en el agua.