Es interesante explorar la riqueza turística y cultural de nuestro país a través de sus creaciones culinarias tradicionales.
En lo que sigue comentaremos acerca de algunas de ellas. Por ejemplo, la gastronomía zacatecana abunda en distintos aromas y sabores. De entre los platillos típicos del estado de Zacatecas hay que destacar el asado de boda, el pozole rojo, la carne adobada, las enchiladas y las gorditas rellenas de ricos guisados. También recomendables son el itacate del minero y los taquitos de frijol con huevo y carne. Cabe mencionar que este último platillo, era el menú habitual de los trabajadores en las minas de Zacatecas, al ser lo que las esposas de los trabajadores les preparaban cotidianamente. De igual manera son imperdibles los llamados toritos, es decir, tortas de lomo o carne adobada y las chimichangas.
Por lo que se refiere a otro estado de la república, en este caso Campeche, sobresalen sus especialidades preparadas con mariscos, panes de dulce y preparados de frutas exóticas. Con el cazón, cierta variedad de escualo, se preparan tacos, tamales, panuchos, empanadas y un delicioso pan. Exquisitos al paladar resultan: el pámpano en escabeche, los camarones al coco, ya sea en paté o al natural; calamares, pulpos, raya, sierra y papaché. De entre los platillos que no se derivan de productos del mar, hay que mencionar los tamales de harina de maíz colada, rellenos de pollo o de puerco y bañados en salsa de achiote y los ricos pibipollos, que son singulares tamales, cubiertos de hoja de plátano, rellenos de carne de puerco o gallina, bañados en achiote y cocidos bajo tierra.
En lo que se refiere a la gastronomía del estado de Guanajuato, hay que ponderar la importancia que tienen las tradicionales enchiladas mineras. Fueron creadas en un tiempo en el que la minería tenía una gran relevancia para esta ciudad. Se cuenta que una señora las vendía en la entrada de una gran mina y que todos los hombres que allí trabajaban, al recibir su paga, iban a comerlas con ella. Paulatinamente, guiada por las recomendaciones de los mineros, la señora fue mejorando la receta, hasta resultar en el platillo actual. Otra célebre creación de la gastronomía guanajuatense son las charamuscas, mismas que se elaboran con piloncillo derretido. Posteriormente se le da a este rico dulce la forma de momias, evocando a las famosas momias que se encuentran en Guanajuato.