La luz que enamoró a Pablo Picasso
Seguir los pasos del genial pintor malagueño en la glamourosa Costa Azul es un lujo para los sentidos que podemos comenzar en Niza, para desde allí recorrer los escenarios que inspiraron al artista. La ciudad cuenta con uno de los paseos marítimos más famosos del mundo: el Paseo de los Ingleses. En él se encuentra el mítico hotel Negresco, lugar de referencia para la aristocracia europea. Es imprescindible comer en su restaurante Chantecler (37 promenade des Anglais. www.hotel-negresco-nice.com), que es famoso por su exquisito decorado barroco y por la excelencia de sus creativos platos de pescado.
Nuestra siguiente parada es Antibes, donde está el renovado Museo Picasso (www.picassoenprovencecoteazur.com), en el castillo Grimaldi, con una extensa colección de obras del pintor y una buena muestra de arte contemporáneo. Muy cerca está el paseo de Cap d'Antibe, una ruta sobrecogedora que bordea el Mediterráno bajo la soberbia mirada del faro de la Garoupe.
Para pasar la noche en Antibes, nada mejor que apostar por el Hotel du Cap-Eden Roc (Boulevard J.F. Kennedy. 800 euros la noche. Tlf. 00 33 493 762 929. www.hotel-du-cap-eden-roc.com), un refugio delicioso para los amantes del lujo clásico. Rodeado de un entorno natural privilegiado, el establecimiento cuenta con una playa propia y una espectacular piscina de agua salada que parece fundirse con el horizonte.
La siguiente escala nos llevará a Cannes, archiconocida por su Festival de Cine Internacional y fuente de numerosas alegrías para Picasso, que en 1955 la eligió como base de operaciones para crear algunos de sus mejores cuadros. Siguiendo la serpenteante carretera de la costa buscaremos refugio en la tranquila Cassis, una pequeña ciudad fortificada que debe su nombre al licor que da origen a uno de los cócteles franceses más celebrados: el kir royale.
Allí, en el Château de Cassis (Traverse du Château. 13260. 290 euros la noche Tlf. 00 33 442 016 320. www.chateaudecassis.com) disfrutaremos de uno de los conjuntos arquitectónicos más bellos de toda la costa. El hotel es un antiguo castillo rehabilitado con sólo nueve habitaciones, todas diferentes; un lugar único donde el lujo de lo ecléctico se manifiesta en cada uno de sus detalles.