El agave es, en definitiva, representativo de Jalisco y de nuestro país.
Origen del famoso ‘elixir’ mexicano que se ha convertido en un gran valuarte de nuestra exportación, el tequila, el agave representa mucho más que su ‘incubador’. Bellas alfombras azules adornan la región Valles de Jalisco, entre Amatitán y el sitio que dio nombre a la bebida más popular de México, Tequila.
Los paisajes agaveros cuentan con peculiaridades únicas dentro del contexto global, ya que la naturaleza fue adaptada para la producción del tequila y se constituyó como una de las vistas más espectaculares que ofrece el estado de Jalisco; por ello, los panoramas generados por el agave fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El milenario y tradicional proceso que se sigue para la fabricación del tequila hace de esta región un elemento fundamental y exclusivo de Jalisco; una región donde se puede atestiguar la creación de una gran bebida. Quien visite la región tiene como parada obligatoria el Pueblo Mágico de Tequila, que se localiza a 62 kilómetros de Guadalajara. Para entender a México es imprescindible conocer el tequila y su surgimiento, por lo que los Paisajes Agaveros son un gran candidato.