El anhelo de Federico Shutz y sus familiares de preservar Playa Curu sin el desarrollo de la industria del turismo y la explotación excesiva de sus recursos naturales, fue lo que hizo surgir al Refugio Nacional de Vida Silvestre Curú el 25 de febrero de 1983.

El objetivo que guía a esta reserva es preservar los bosques tropicales secos de la península de Nicoya, en las cercanías de Tambor en Costa Rica.

El Refugio Nacional de Vida Silvestre Curú abarca áreas de bosque seco primario, manglares y una hermosa playa de arena blanca, en donde las tortugas golfinas, loras y de carey hacen sus nidos. La playa de mayores dimensiones es espléndida para la natación y además, ofrece grandes condiciones para el buceo. Las ballenas jorobadas se observan con frecuencia en el mar, en las cercanías de Bahía Ballena y es en enero el mejor mes para contemplarlas. Por lo que se refiere a los manglares, estos se extienden a todo lo largo del diminuto río Curú. El clima que se presenta por esta zona del territorio tico, es cálido y soleado por las mañanas y lluvioso por la tarde, especialmente en el periodo que va de mayo a noviembre.

Cuando se viaje a Playa Curu, se hará patente que los hábitats que allí se desarrollan incluyen diferentes tipos de bosque: los semideciduos, los siempre verdes, los de bajo crecimiento y en las cercanías de la playa, los bosques ribereños y los de manglares.

Qué visitar en Playa Curu

Algunos de los árboles de mayor altura que crecen en los bosques cercanos a Playa Curu, son la seda, el algodón, la secoya y el Panamá. Y si bien se trata de una región natural no muy grande, allí habitan distintas especies de animales y plantas sumamente valiosos. Las excursiones guiadas son dirigidas por científicos especializados, y gracias a ellos, es factible observar ejemplares de monos aulladores, monos araña, monos capuchinos, mapaches, venados cola blanca, coyotes, comadrejas y armadillas, entre varios más.

Así también, el Refugio Nacional de Vida Silvestre Curú destaca sobre todo por sus maravillosas playas y manglares. En lo que se refiere a las primeras, Playa Curu es espléndida para nadar, por el oleaje tan suave que la define. Las aguas cristalinas de las otras dos playas de la zona, Quesera y Colorada nos brindan recomendables espacios para el esnórquel y el buceo, por contar con algunos arrecifes coralinos.

En la zona superior de Punta Quesera se puede observar una estructura en forma de concha, lo cual es una evidencia de que diferentes culturas precolombinas, habitaban o transitaban por la Península de Nicoya. Los pescadores que laboran en la pequeña comunidad de tambor en Bahía Ballena, ofrecen una excursión para el avistamiento de aves, durante la cercanía del ocaso, en los manglares del arroyo Pochote.

Cómo llegar a Playa Curu

Desde la ciudad de San José, se toma la autopista Interamericana, cruzando por San Ramón y Barranca hasta llegar a la desviación a Puntarenas. Desde este sitio, probablemente el modo más fácil de llegar al Refugio Nacional de Vida Silvestre Curú, sea tomando el ferry a Paquera o el que conduce al poblado de Tambor. En ambos casos, lo que resta es tomar un autobús local.

Información relevante acerca de Playa Curu

La Playa Curu se encuentra en la provincia de Puntarenas, más precisamente en el cantón homónimo de la Península de Nicoya. Se trata de una ensenada de gran belleza, de breve extensión e intenso oleaje, que cuenta con vegetación de litoral y vastos manglares. Allí es factible desarrollar muchas actividades de tipo ecoturístico.

Actividades a realizar en Playa Curu

Playa Curu maneja un panorama costero muy grato, que se complementa con la proyección de su costa al frente. Es un lugar que se encuentra a solo dos minutos de las famosas islas Tortugas. Playa Curu es muy buena para el disfrute de la natación, para la contemplación científica de los ecosistemas locales y para la relajación en un ambiente costero limpio y tranquilo.
Varios senderos cruzan por toda el área del refugio, permitiendo a los visitantes explorar el lugar y así disfrutar sin límites de este mágico atractivo de la nación costarricense.