Sí, ya lo sé.
Éste es un destino conocido por todos, o al menos casi todos. Pero más que un destino de playa, Puerto Vallarta es un estilo de vida y la puerta de entrada a unas de las playas más atractivas del país: vírgenes o nudistas, deportivas, lo tienen todo. Puerto Vallarta se posiciona ahora como uno de los destinos gay más importan
tes del mundo, y su infraestructura es idónea para que tanto las familias como los amigos y las parejas creen su propia aventura.
Lejos de ser el tranquilo y remoto poblado costero de los años sesenta, hoy día es uno de los sitias más visitados del país. Y es que después de ser escenario de la película Night ofthe Iguana -donde Elizabeth Taylor y Richard Burton lo inmortalizaron como la meca de la sensualidad-, ya que es igual.
Más mediterráneas que mexicanas y más atractivas aún que Taylor, sus playas son perfectas para los deportes acuáticos, sobre todo el esquí y el waverunner. Al atardecer se puede rentar un caballo y dar un paseo hasta la playa de los Muertos, para las parejas heterosexuales, o a Las Sillas Azules, una de las pocas playas gay (hombres) del país.
Al caer la noche, los conocidos bares y clubes playeros hacen la magia, pero ninguno como el Nikki Club, el destino por excelencia en el área.
Y para quienes están en busca de un completo aislamiento de camino al sur, en Mismaloya seguro lo encuentran. Los Arcos es una pequeña isla a 150 metros de la costa, accesible a nado y sin infraestructura alguna, así como Las Ánimas y Quimixto, dos de las playas más exclusivas y remotas de la zona en donde sólo de vez en cuando se ven algunos pescadores varados.
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