En diciembre de 2009 el gobierno federal de México declaró la Reserva de la Biosfera de Janos, que cubre 526,482 hectáreas en el valle del mismo nombre en el estado de Chihuahua.
El decreto representa la primera vez que México está protegiendo los pastizales y destinando recursos financieros para ello. En la nueva reserva se encuentran algunos de los últimos y mejores ejemplos de pradera de pasto corto en México— donde viven el perrito de la pradera de cola negra y muchas otras especies.
“El decreto de Janos es un gran paso del sueño de 1937 de Miguel Ángel de Quevedo [un pionero de la conservación en Mexico] para crear un refugio transfronterizo para la vida silvestre”, dice Juan Bezaury, el representante de México de The Nature Conservancy y sub-director de asuntos externos.
Esta reserva es resultado de los esfuerzos multi-institucionales encabezados por la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, el Gobierno del Estado de Chihuahua y el Gobierno Municipal de Janos, con el apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y personal de The Nature Conservancy en México y Nuevo México, entre otros.
Con la adquisición en 2005 del Rancho El Uno, una propiedad clave en el Valle de Janos, TNC llamó la atención sobre la importancia de la conservación de los pastizales. Además, TNC condujo una intensa interacción con las comunidades locales para obtener su apoyo para la Reserva de la Biósfera de Janos. El Rancho El Uno sirve como un centro de investigación, restauración y difusión sobre la conservación de pastizales.
Esta alianza pública-privada pretende mejorar las condiciones en pastizales mexicanos, y una estrategia importante fue la reintroducción de bisontes silvestres. En noviembre de 2009 una “manada generadora” de 23 bisontes fue donada por el Parque Nacional Wind Cave de Dakota del Sur. El Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos colaboró con el gobierno mexicano para facilitar la donación y transportación hasta el Rancho El Uno.
Además, entre otros proyectos de colaboración en el Valle de Janos, TNC y la UNAM están trabajando para obtener derechos de pastoreo en más de 1,600 hectáreas en los ejidos —tierras comunales— de San Pedro y Casa de Janos con la finalidad de restaurar los pastizales de colonias clave de perritos de la pradera. Otra especie importante en la pradera— el hurón de patas negras— ha sido reintroducida en el Valle de Janos en años recientes y se esperan reintroducciones adicionales de ellos en 2010.