Localizada en el municipio de Balancán, a 7 km de la desembocadura con el río Usumacinta, es uno de los paisajes más bellos del río San Pedro.
Su nombre se debe a que colinda con el ejido Reforma.
La característica principal de esta reserva es la salinidad que tiene la zona; esto a causa de la comunicación entre las aguas ya que corrientes del mar del Golfo de México se filtran a través de fallas geológicas hasta el río San Pedro. Por esta misma razón es que existe una población importante de un tipo de mangle que solo habita en las zonas costeras del mar.
Las aguas del río San Pedro se vierten a través de diversas cascadas que terminan en pozos o balnearios naturales que junto con la selva forman un paisaje mágico.
La vegetación imperante es selva mediana de puckte y chicozapote. Las principales especies registradas son ramón pelmax o laurel , jobillo o amargoso palo mulato, entre otros. Así mismo es normal encontrar vegetación propia de la sabana y mangle rojo de parte de la vegetación hidrófita.
En cuanto a especies animales existe una cantidad generosa de aves, reptiles, felinos, peces y anfibios, entre los cuales se pueden mencionar: gavilán caracolero, trogón pechiamarillo, loro coriblanco, lagartijas, boa guao, tigrillo, robalo negro, juil de cenote, rana de Brown, sapo elegante, salamandras, etc.
Se puede practicar senderismo, paseo en lancha y kayakismo.
Otro atractivo es la zona arqueológica de Moral-Reforma, localizada a 2 km de las cascadas en el municipio de Balancán, donde se pueden observar cinco magníficas estelas mayas, cuatro altares y un juego de pelota.