Salobreñaun pueblo hermoso en la costa de Granada
Salobreña es un pueblo de playa que cuenta con un maravilloso casco antiguo, un castillo árabe del siglo XII y unas calles empedradas que invitan a perderse
Salobreña es uno de esos sitios que casi todo granadino conoce. Especialmente, en verano, son muchas las familias que suelen veranear en este rincón de la Costa Tropical. Quizá lo que más me gusta de este lugar es que, además de ser un pueblo de costa, tiene un casco antiguo que da gusto recorrer tanto de día como de noche.
Por eso, podría decirse que se trata de uno de los pueblos más bonitos de la costa de Granada y un lugar con mucho encanto que merece la pena visitar.
Salobreña se sitúa a 75 kilómetros de Granada capital y se caracteriza por tener un fantástico clima y una excelente gastronomía y, también, por estar en una situación privilegiada. Si estamos visitando la ciudad y queremos conocer también cómo son los pueblos de la Costa Tropical, podemos optar por visitar esta localidad, ya que está a unos 45 minutos en coche. De paso, podríamos dejarnos caer por otros municipios cercanos y hacer una pequeña ruta por esos pueblos tan pintorescos.
Y es que no podemos olvidar que una de las ventajas de esta provincia andaluza es que puedes cambiar entre playa, ciudad y sierra en poco tiempo. Así que si estamos de vacaciones en Granada tendremos que sacar tiempo para visitar la ciudad, conocer la Alhambra y esquiar en Sierra Nevada, pero también para pasear por la orilla de playas como la de Salobreña. Aunque parezca mentira, es posible hacer todo eso en pocos días.
Volviendo a los encantos de esta localidad, tenemos que mencionar que el pueblo es de origen fenicio y que también fue poblada por romanos y árabes antes de que fuese conquistada por los Reyes Católicos. Precisamente, esa riqueza de su historia es lo que ha marcado a Salobreña y la hace ser lo que hoy es.
Si estamos en verano, podremos disfrutar de un baño en la playa y de un buen 'pescaíto frito' en los chiringuitos del paseo marítimo. Al caer la noche, no habrá nada mejor que dar un paseo por el casco antiguo del pueblo y, por qué no, tomar unas cervezas o un vino en sus bares más típicos.
Si, en cambio, vamos a visitar Salobreña en invierno tampoco debemos preocuparnos, ya que la visita será también muy interesante. Aunque no podamos disfrutar del sol y la playa, sí tendremos la posibilidad de recorrer las calles del pueblo y descubrir su historia. Algunos de los barrios más típicos son el del Brocal, el de la Loma, el del Albaicín o el de la Fuente. Las callejuelas estrechas y empedradas, las casas blancas típicas de Andalucía y los patios de flores son la esencia más pura de Salobreña. Todo eso mezclado con el olor a sal y la brisa marina. Sí, sí, ¡una auténtica maravilla!
Tampoco debemos perdernos la visita al castillo de Salobreña, una fortaleza árabe que data del siglo XII y que ofrece las mejores vistas de la costa. La panorámica que tendremos desde allí será espectacular a cualquier hora del día pero la recomiendo encarecidamente cuando cae la noche. Algo que sí debemos saber es que es fácil perderse por las callejuelas hasta llegar al castillo y, por eso, debemos seguir las indicaciones o preguntar a alguien del pueblo. También recomiendo hacer el paseo con calzado cómodo, ya que las calles son empedradas y hay bastantes cuestas.
Muy cerca de allí encontraremos también la iglesia de la Virgen del Rosario, otra parada obligatoria por ser una obra mudéjar del siglo XVI que fue construida sobre los restos de una antigua mezquita. Y, si tenemos tiempo para conocer Salobreña en profundidad, no estaría de más visitar su museo histórico o su fábrica de azúcar de caña, la única que funciona de toda Europa.
Por todo esto y porque he visitado Salobreña innumerables veces, os puedo asegurar que visitarla merece la pena. Es otro de esos lugares que, además de ser bonito e interesante, representa fielmente la esencia 'granaína'.