Soy de las personas que piensan que la planificación es imprescindible a la hora de viajar y en general, en la vida.
Por ejemplo, veo importante tener bastante información de los lugares antes de visitarlos. Pero al mismo tiempo no hay nada como una buena improvisación. Si tengo planes también es para romperlos.
Eso hice también en mi último viaje, a Córdoba, donde disfruté de nuevo de una mezcla de lo planeado y las sorpresas que te vas encontrando ciudad que no conoces. Allá van seis recomendaciones especiales en Córdoba.
Flores
Antes de viajar a Córdoba, piensa cuál es el mejor momento para visitarla. Sin duda, la época ideal es la Primavera, pues salen las flores y la urbe se llena de color.
Las flores podrás verlas en cualquier rincón de la ciudad, pero son especialmente llamativas decorando los Patios Cordobeses, Patrimonio de la Humanidad y sello de identidad de esta bonita ciudad. Yo no entré a los que están expuestos al turista (cinco euros para ver siete patios), en el barrio de San Basilio, pero sí los vi en mi hotel, restaurantes y en la siguiente recomendación especial (el mercado artesanal del Zoco).
Además, también puedes visitar la calle de las flores, llena de macetas en los balcones, muy estrecha y con la catedral al fondo. Digna de una foto de postal.
El mercado artesanal del Zoco
Si buscáis patios y flores, os recomiendo también el mercado artesanal del Zoco (Calle de los Judíos). Este complejo de edificios, destinado a la venta de artesanía, tiene un encanto especial y flores, muchas flores. No es además especialmente turístico.
Salmorejo (y en general, la gastronomía cordobesa)
Lo reconozco, soy una loca del salmorejo. Es seguramente hoy por hoy mi plato favorito. Por eso, creo que nadie puede irse de Córdoba sin probar esta especie de puré de tomate con sabor a ajo, típico del lugar, fresco para las épocas de verano y rico, rico. También hay otras especialidades, como los flamenquines (jamón enrolado en lomo y todo ello rebozado), que a mí personalmente no me gustan demasiado o el rabo de toro.
Y lo mejor es que Córdoba es tan barata que podrás olvidarte de la cuenta para ponerte las botas a gusto.
Creo que no podría recomendaros ningún restaurante porque fuimos a lo más barato (aún así todo estaba rico) y de esos hay muchos y seguramente todos de calidad parecida.
No obstante, por recomendación de hasta tres personas, dicen que el restaurante Bodega Campos (Calle Lineros, 32) es imprescindible. Os dejo un enlace muy interesante también de lugares para comer y beber clasificados por precios.
Salón de te
Este es uno de los lugares en los que pienso cuando digo que la improvisación en un viaje no tiene precio. El primer día que estábamos en Córdoba mi amiga se fijo en la tetería Salón de te, situada en pleno barrio de La Judería (calle Buen Pastor, 13) y decidimos ir a fumar en cachimba al acabar la dura caminata por la ciudad. Descubrimos así la primera tetería de la ciudad, un establecimiento completísimo (eso es incontestable), un lugar acogedor, de ambientación oriental cuidando cada detalle, con buen producto, precios súper asequibles (¡un batido por 2.6 euros!) y un personal muy simpático.
Puente Romano al atardecer
El Puente Romano está situado en uno de los frentes de la mezquita. Da la sensación de que caminando por él, uno abandona la ciudad. Por eso, desde este punto, parece que salimos un rato del recorrido turístico establecido y podemos pensar. Así lo hacemos. Qué hemos hecho hoy; analizamos las imágenes que se han ido agolpando rápidamente en nuestra memoria; cómo es realmente Córdoba; lo bien que se ha portado la gente; la alegría de los andaluces; asociamos la ciudad a un color, un olor, un recuerdo; nos sentimos liberados en mitad del viaje pero sin estar del todo dentro de él; recordamos las ganas que teníamos de estar allí y así, aislados, sentimos la felicidad del momento.
El atardecer es el momento ideal para visitar el Puente Romano porque las vistas son bonitas, baja el sol y cerramos el día en uno de los lugares más representativos de la ciudad.
Centro Flamenco Fosforito en Córdoba
Este museo del flamenco es muy interesante porque nos acerca a este conocido arte de la manera más visual e interactiva posible. Situado en una antigua posada, con varias salas de muestra y entrada gratuita, es tan magnético como la temática de la que habla. Además, se centra bastante en las grandes figuras del flamenco, especialmente en Antonio Fernández Díaz 'Fosforito', a quién está dedicado.