Los pueblos mágicos integran una oferta turística casi irresistible en el panorama nacional.
Se trata de comunidades muy atractivas, que comparten ciertas características relacionadas con la preservación de sus tradiciones, costumbres y naturaleza.
Pero no debe verse en ellos algo contrapuesto a otras vertientes del turismo en México, por ejemplo, los deportes náuticos o el ecoturismo.
Además, de antiguas construcciones, coloridas fiestas y exóticas tradiciones culinarias, algunos pueblos mágicos cuentan con atractivos particulares de los entornos tropicales y exuberantes.
Ese es el caso precisamente del Pueblo Mágico de
Bacalar, en el estado de Quintana Roo.