Toniná es una zona arqueológica con abundantes vestigios de la cultura maya.
Su nombre significa, en lengua tzeltal, “la casa de la piedra” o “casas grandes de piedra”. Tuvo su momento de esplendor durante el Clásico tardío (600-900 d.C.) cuando se realizaron la mayoría de las inscripciones y monumentos. Se sitúa en el Valle de Ocosingo, que es una zona de transición entre la selva chiapaneca y el bosque. Hacia finales del Clásico, la Acrópolis de Toniná era una de las estructuras de mayores dimensiones del México antiguo.
Coincidió en el tiempo con el esplendor de Tikal, Copán y Palenque con las que comparte las figuras basadas en monstruos de la tierra, deidades acuáticas, aves celestes y dragones del inframundo. Toniná llegó a ser una potencia militar importante, como demuestran las inscripciones que se han encontrado de prisioneros en piedra y estuco.
Entre los edificios del conjunto arquitectónico cabe destacar la imponente pirámide de 70 metros conocida como La Acrópolis, un juego de pelota e innumerables objetos, bajorrelieves y esculturas de excelente calidad.
La Acrópolis está formada por siete plataformas, diez templos y cuatro palacios, casi todos comunicados entre sí mediante escalinatas y pasillos laberínticos.
De la base, surgen unos enormes tableros con grecas que pertencen al Palacio de la Guerra. En la sexta plataforma, al pie del Templo del Monstruo de la Tierra, se observa una de las piezas más relevantes del sitio: el Mural de las Cuatro Eras, fechado entre 790-840 d. C., en el que se representan a las principales deidades mayas enmarcadas por la leyenda de los cuatro soles.
Se puede ascender a la pirámide por un laberinto de escaleras que conducen al Templo del Espejo Humeante que se eleva 80 metros sobre la Gran Plaza. Desde allí se accede al espacio sagrado por el juego de pelota que, con más de 70 metros fue uno de los más grandes de su tiempo.
Existen en la ciudad un total de 97 edificios localizados, de diferentes tamaños y funciones arquitectónicas (un templo para cada uno de los 13 dioses mayas, palacios destinados a residencia, un mural, entre otros, así como dos juegos de pelota y 38 tumbas.
Cómo llegar
Partiendo de Tuxtla Gutiérrez hay que dirigirse a San Cristóbal de las Casas. Hay una distancia de 84 km por carretera. Una vez en San Cristóbal de las Casas hay que ir a la ciudad de Ocosingo por la carretera 199, y a 11 kilómetros por un camino de terracería se encuentra la zona arqueológica de Toniná.