El Cenote Sagrado, uno de los más impresionantes del sureste de México, se ubica al norte de la pirámide de Kukulcán, en el yacimiento prehispánico de Chichen Itzá.

Este formidable cuerpo de agua tiene 60 metros de diámetro y está totalmente abierto. Solo 15 metros separan a la superficie del agua y aparece acordonada para que los visitantes no se aproximen excesivamente a la orilla.

Los habitantes precolombinos del sitio lo usaban para realizar sus sacrificios religiosos, a manera de tributo para sus deidades. De la misma manera, arrojaban joyas y piezas de cerámica al fondo del cenote como parte del ritual.

Con el paso del tiempo, el Cenote Sagrado ha sido dragado para recuperar tales piezas de cerámica, huesos humanos, joyas hechas con jade, objetos de cobre y de otros materiales. En la orilla del Gran Cenote todavía puede verse una plataforma desde donde, muy probablemente eran arrojadas las jóvenes sacrificadas a los antiguos dioses.

Por su valía cultural y sus características naturales, este cenote es un atractivo para incluir de manera indispensable siempre que se recorra el área de Chichen Itzá, como complemento al sitio arqueológico.