Formentera el Caribe español
Por sus espectaculares playas de arena blanca y fina, y por sus aguas turquesas y cristalinas, Formentera recuerda a la zona del Caribe, de ahí que se le conozca popularmente como "el Caribe español"
Es posible que muchos de nosotros asociemos las aguas y playas perfectas a la zona del Caribe y su inmenso mar Atlántico. Sin embargo, no hace fala irse muy lejos para encontrar una isla con las mismas características e incluso con algo más de encanto.
Estamos hablando de Formentera, la isla balear a la que popularmente se la conoce también como el Caribe español. ¿Y por qué se le llama así? Muy sencillo, porque las playas de Formentera están formadas por arena blanca y fina, con aguas tranquilas, turquesas y cristalinas, muy similares a las que podríamos encontrar en el mar Caribe.
Formentera es una isla mediterránea que forma parte del archipiélago de las Islas Baleares. Junto a Ibiza, forma parte de las llamadas islas Pitiusas. Se trata de una isla prácticamente plana, con una altura máxima de 192 metros en uno de sus acantilados. El clima es generalmente suave, con una temperatura media anual que ronda los 18 grados centígrados. Cuenta con 70 kilómetros de litoral, formado por acantilados y playas de gran belleza.
Precisamente son sus playas las que hacen que Formentera tenga tanto reclamo turístico cada año, especialmente durante los meses de verano. Sus playas son extensas a la vez que espectaculares, y surgen como una alternativa favorable para pasar unos días de vacaciones al sol.
Sant Francesc de Formentera es el núcleo urbano más importante, donde se concentran la mayoría de administraciones públicas. La Savina, por su parte, es donde se encuentra el puerto, que es la única vía de acceso a la isla. Formentera no tiene aeropuerto y el barco representa la única forma para entrar y salir de la isla. Los barcos llegan únicamente desde Ibiza, si bien durante los meses estivales también se programan conexiones entre Formentera y Dénia.
Una vez dentro de la isla, existen varias opciones para desplazarse. Encontramos hasta 4 líneas de autobuses que conectan los principales puntos de la isla con el puerto o con San Francesc de Formentera, y existe también una red de carreteras que atraviesa la isla pasando por los núcleos más importantes.
formentera velero
En cuanto a las playas, podríamos dividirlas en cuatro zonas: la zona norte, en la que encontramos Ses Illetes o Es Trocadors, donde podemos encontrar playas paradisíacas de arena blanca y aguas turquesas, con los barcos atracados de fondo; la costa este, donde hallaremos Els Pujols, otra de las playas más famosas de la isla; la costa sur o migjorn, lugar en el que descubriremos Es Arenals, famoso por sus espléndidas puestas de sol; y por último, la costa oeste, donde nos toparemos con Sa Pedrera, que, a diferencia de las anteriores, es una playa de arena y rocas.
En definitiva, Formentera surge como un destino idóneo para quien busque una temporada de descanso rodeado de naturaleza. Es una isla que conserva su belleza original intacta, de la cual se ha sabido mantener su apariencia única y ello ha favorecido a que, hoy en día, podamos sentir que nos encontramos en pleno Caribe sin siquiera haber salido de España.
Es posible que muchos de nosotros asociemos las aguas y playas perfectas a la zona del Caribe y su inmenso mar Atlántico. Sin embargo, no hace fala irse muy lejos para encontrar una isla con las mismas características e incluso con algo más de encanto.
Estamos hablando de Formentera, la isla balear a la que popularmente se la conoce también como el Caribe español. ¿Y por qué se le llama así? Muy sencillo, porque las playas de Formentera están formadas por arena blanca y fina, con aguas tranquilas, turquesas y cristalinas, muy similares a las que podríamos encontrar en el mar Caribe.
Formentera es una isla mediterránea que forma parte del archipiélago de las Islas Baleares. Junto a Ibiza, forma parte de las llamadas islas Pitiusas. Se trata de una isla prácticamente plana, con una altura máxima de 192 metros en uno de sus acantilados. El clima es generalmente suave, con una temperatura media anual que ronda los 18 grados centígrados. Cuenta con 70 kilómetros de litoral, formado por acantilados y playas de gran belleza.
Precisamente son sus playas las que hacen que Formentera tenga tanto reclamo turístico cada año, especialmente durante los meses de verano. Sus playas son extensas a la vez que espectaculares, y surgen como una alternativa favorable para pasar unos días de vacaciones al sol.
Sant Francesc de Formentera es el núcleo urbano más importante, donde se concentran la mayoría de administraciones públicas. La Savina, por su parte, es donde se encuentra el puerto, que es la única vía de acceso a la isla. Formentera no tiene aeropuerto y el barco representa la única forma para entrar y salir de la isla. Los barcos llegan únicamente desde Ibiza, si bien durante los meses estivales también se programan conexiones entre Formentera y Dénia.
Una vez dentro de la isla, existen varias opciones para desplazarse. Encontramos hasta 4 líneas de autobuses que conectan los principales puntos de la isla con el puerto o con San Francesc de Formentera, y existe también una red de carreteras que atraviesa la isla pasando por los núcleos más importantes.
formentera velero
En cuanto a las playas, podríamos dividirlas en cuatro zonas: la zona norte, en la que encontramos Ses Illetes o Es Trocadors, donde podemos encontrar playas paradisíacas de arena blanca y aguas turquesas, con los barcos atracados de fondo; la costa este, donde hallaremos Els Pujols, otra de las playas más famosas de la isla; la costa sur o migjorn, lugar en el que descubriremos Es Arenals, famoso por sus espléndidas puestas de sol; y por último, la costa oeste, donde nos toparemos con Sa Pedrera, que, a diferencia de las anteriores, es una playa de arena y rocas.
En definitiva, Formentera surge como un destino idóneo para quien busque una temporada de descanso rodeado de naturaleza. Es una isla que conserva su belleza original intacta, de la cual se ha sabido mantener su apariencia única y ello ha favorecido a que, hoy en día, podamos sentir que nos encontramos en pleno Caribe sin siquiera haber salido de España.